Un influencer marroquí impone en «First Dates» a su cita «ir más tapada» para seguir con la relación y ella acepta «si nos enamoramos»

I. G. LA VOZ

TELEVISIÓN

Los jóvenes, durante su cita en el programa presentado por Carlos Sobera.
Los jóvenes, durante su cita en el programa presentado por Carlos Sobera. FIRST DATES | CUATRO

Además, Hamza, dijo en Cuatro que la joven debía «convertirse al Islam» y «arrepentirse del sexo anterior» si llegaban a tener una relación. Gisela, que se mostró dispuesta a acatar las polémicas condiciones, aseguró en todo caso que «nunca llevaría hiyab»

19 sep 2025 . Actualizado a las 14:00 h.

Parecía una cita más, que podía ser tan rocambolesca como muchas otras del casting del programa First Dates de Cuatro. En el restaurante, que por cierto, pierde entre su servicio a la compostelana Laura Boado, dos personas se conocen para ver si se entienden y seguir con la relación más allá de ese primer encuentro a ciegas comandado por Carlos Sobera. Hamza, un joven creador de contenido de origen marroquí de 21 años, y Gisela, extremeña de 19, se daban la oportunidad en el reality de conocerse. La joven, antes de ver a su cita por primera vez dijo a la audiencia que buscaba «un chico malo pero bueno». En cuanto Hamza apareció, le brillaron los ojos. Parecía, inicialmente, que el chaval era su tipo y a él ella, también le entró por el ojo: «Bajita y castaña como yo, me gusta».

Superada la prueba de la atracción física, entre plato y plato, había que ver si además de lo carnal ambos congeniaban. Todo empezó con una charla sobre la labor como influencer de Hamza, ya que Gisela lo reconoció al momento, «creo que de TikTok». Después él le preguntó si conocía las zonas donde solía moverse, como las ciudades andaluzas de Málaga y Almería. «Badajoz sé dónde está porque soy de allí, y está al lado de Portugal. Es lo único que sé del mapa», justificaba la chica su desconocimiento de la geografía española. No en vano, dejó los estudios y ahora está empleada en un bar, confesó.  

Sin embargo, la incultura no fue el punto más polémico del encuentro entre estos jóvenes. Cuando se planteó el escenario de llegar a formalizar una «relación seria», salieron a relucir unos comentarios de Hamza que parecían establecer un muro infranqueable para Gisela. «Soy musulmán, marroquí. Me voy a casar con una musulmana», dijo tajante ante las cámaras, mientras ella intentaba acercar posturas: «Me parece una tontería que no quieras nada conmigo por no ser musulmana. No te puedes cerrar».  

«Arrepentirte de lo que has hecho antes», la imposición de él

Dado el buen rollo y la atracción que parecían tener ambos, la chica pacense no descartaba llegar a cambiar su religión para seguir conociendo a su cita, dejando claro que en cualquier caso «nunca llevaría hiyab», el velo con el que las mujeres musulmanas tapan su cabeza. «Hay muchas mujeres españolas que no lo llevan porque no se ven preparadas, no pasa nada», replicó él ante el ofrecimiento.

Al término de este primer encuentro televisado, los espectadores quedaban pendientes de la llamada decisión final, el determinante momento en el que se sabe si la relación seguirá adelante. «Si en un futuro queremos casarnos, tienes que convertirte al Islam, ir más tapada, y sobre todo arrepentirte de lo que has hecho antes, del sexo», fue tajante Hamza, dejando atónitos a muchos televidentes, que compartieron el momento en redes sociales, criticando tan machista proposición.

La reacción de ella decepcionó, al acatar unas condiciones que recortaban sus libertades como mujer: «Lo aceptaría, pero en un futuro y si nos enamoramos». Para Gisela, que él fuera «muy atento, muy divertido» y la notoria tensión sexual que hubo durante la cena pesó más a la hora de tomar una decisión que parecía imposible. A través de su perfil en X, el joven ha querido matizar en las últimas horas lo ocurrido, señalando que su manera de expresarse «obviamente es humor». «Evidentemente no coacciono, fui a dar show y a crear polémicas para un experimento social», matizó.