La joven diseñadora ourensana triunfa tras pasar por la anterior edición de El Ego con su colección «Mutaciones»
21 sep 2007 . Actualizado a las 14:40 h.Después de estudiar Artes Plásticas y Diseño, Gestión de Moda, Patronismo, Técnico de vestuario y Técnicas textiles, trabaja como ayudante de patronista para Roberto Verino, como diseñadora-patronista para Elisabeth Salgado y realiza varios trabajos diseñando vestuario para teatro en obras como 7.º Día y Los colores del sonido. En el año 2005 queda finalista en el Certame de Novos Creadores Na Vangarda, y actualmente compagina su trabajo como diseñadora freelance para diversas empresas con el de profesora de asignaturas de Color, Experimentación de moda y Diseño por ordenador en la Escuela Superior de Diseño y Moda Felicidad Duce.
Sara Coleman, con su firma 36 grados ?la temperatura corporal?, fue uno de los diez afortunados que presentaron su visión de la moda en la tercera edición de El Ego de Pasarela Cibeles, la plataforma para la promoción de jóvenes talentos del diseño.
Bajo el sugerente nombre de Mutaciones , la colección que Coleman presentó busca «vestir mentes, ir más allá del cuerpo». Pero sin olvidar las sensaciones, la calidez de la materia, como explica esta joven promesa del diseño: «No sé muy bien cómo surge, pero se va haciendo poco a poco. Es como el pensamiento, que va surgiendo. He cogido bocetos que tenía desde hace tiempo y los he ido adaptando a mis ideas actuales, así surgió la colección, un poco mutante, como su nombre».
De animales a la mujer
La inspiración la aportaron las estructuras corporales de animales, como el armadillo o las caracolas, «rígidas, perfectas, pero con algo muy delicado en su interior. He querido jugar con esa mezcla entre lo humano y lo animal, las mutaciones». Por eso la colección funde estructuras metálicas, duras y frías ?un escultor de Allariz firma los cascos que lucieron las modelos? con tejidos cálidos y con caída, sedas y gasas, como una segunda piel.
De la colección, caracterizada por capas, drapeados y capuchas en tejidos como la seda, el poliéster o la gasa, y colores que van desde el gris metálico gasta el azul o el crudo, Coleman destaca una prenda: «Una capita en azul metálico, que sienta muy bien».
Admiradora del maestro Miyake y su uso casi arquitectónico del patronaje, el álter ego de 36 grados está disfrutando al máximo su paso por El Ego. La ourensana está imparable en cuanto a trabajo se refiere y ahora se encuentra bocetando su próxima colección, de la que aún no quiere comentar nada, pero de la que se espera lo mejor.