Célebre por sus campañas chocantes para la firma Benetton, el fotógrafo italiano Oliviero Toscani se lanzó de nuevo en una campaña contra uno de los trastornos alimenticios más temidos de las nuevas generaciones.
28 sep 2007 . Actualizado a las 21:34 h.El fantasma de la anorexia rondó esta semana en Italia tras el lanzamiento de una cruda campaña publicitaria con el objetivo de sensibilizar a la gente sobre la enfermedad, la cual generó críticas por la fuerte imagen de una joven de 27 años que pesa 31 kilos.
Célebre por sus campañas chocantes para la firma Benetton, el controvertido fotógrafo italiano Oliviero Toscani se lanzó de nuevo en una campaña cruel y despiadada contra uno de los trastornos alimenticios más temidos de las nuevas generaciones.
»La realidad es chocante, no las fotos«, aseguró a la AFP Toscani, de 65 años, quien se ha opuesto al racismo, la guerra, la religión y la pena capital en sus más de 30 años de carrera como fotógrafo y publicista.
En los años 80 levantó un avispero al lanzar una campaña contra el sida con la fotografía de un enfermo agonizando en una cama de hospital rodeado de familiares dolientes, acto que vuelve a repetir veinte años después con una anoréxica, con problemas de pigmentación.
Escogida tras un casting de varias horas, la francesa Isabella Caro, de 27 años y 1,65 metros, admitió que decidió mostrar con su cuerpo la realidad de la anorexia, porque quiere 'asustar' a muchos jóvenes de todo el mundo.
»Acepté porque creo que la gente podría reaccionar y para que las jóvenes que ven las fotos se interroguen: ¿Eso es lo que se esconde detrás de esos peinados y vestimentas que nos propone la moda?, contó.
«La delgadez conduce a la muerte y es todo menos belleza, al contrario», dijo la joven que no pertenece al mundo de la moda, y que sufre desde hace 13 años de «delgadez extrema».
La excesiva delgadez se cuela en la vida de las adolescentes, la edad de más riesgo, ya que afecta a las mujeres de entre 12 y 25 años de edad, según los expertos, quienes temen que la edad de riesgo se esté adelantando a los nueve años.
«A partir de los años 80 la anorexia se transformó en una epidemia. Cada año se registran 5.000 nuevos casos más en Italia», indicó Maria Gabiella Gentile, directora del Centro de Problemas Alimenticios del hospital Niguarda de Milán (norte).
Según datos del Ministerio de Salud italiano, unas 485.000 personas en Italia padecen trastornos alimentarios, anorexia y bulimia.
Para la psiquiatra italiana Rossella Candela, la campaña de Toscani es ante todo un «mensaje traumatizante», que las anoréxicas no perciben y termina por alarmar sólo a las familias, que se precipitan a consultar expertos y médicos.
«El cuerpo enfermo de una mujer exige respeto», declaró.
Para los médicos, sería mejor adelantar en las escuelas de ballet y modelaje programas sobre la autoestima y el tamaño del cuerpo, temas claves del problema.
El año pasado, cuando la Pasarela Cibeles de España decidió prohibir la participación a las chicas cuyo índice de masa corporal estuviera por debajo de 18, Italia decidió adoptar, con el apoyo del gobierno y la Federación de la Moda italiana y la asociación Alta Moda -que agrupa a los modistos italianos que presentan sus colecciones en Roma y Milán-, el llamado «Manifesto anti-anorexia».
Pese a esos acuerdos, otros países como Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos, no han querido introducir una reglamentación para los desfiles y rechazan el principio de que la moda sea la responsable de ese fenómeno.
«Si antes era la enfermedad de la belleza del mundo rico e industrializado, hoy se padece en todos los continentes, porque atañe el equilibrio de la mente y tiene que ver con la imagen de uno mismo, los ideales, la identidad propia, la separación de la familia, el vacío y la plenitud», explicó Candela.