Ana Locking devuelve la magia a la pasarela

Colpisa / Sonia Quintana

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La diseñadora puso al público en pie con su colección «Insides»

20 sep 2010 . Actualizado a las 22:59 h.

Una jornada más, y ya van cuatro, el protagonista del día volvió a estar fuera de la pasarela.

En esta ocasión el nombre propio fue el de Felipe Varela, el diseñador de cabecera de la Princesa Letizia. Ausente del circuito desde hace ocho años, Felipe Varela se dejó ver en el 'front row' de Miguel Palacio para hacer la presentación 'no oficial' de su regreso a la Cibeles Madrid Fashion Week. «Pensamos que en este momento no podemos seguir desconectados eternamente de las pasarelas», señaló el autor de algunos de los trajes de doña Letizia; el último, el vestido de muselina azul que la Princesa llevó en la boda griega del Príncipe Nicolás y Tatiana Blatnik.

«Quizá en febrero sea todavía un poco precipitado, pero vuelvo», aseguró Varela, quien, en contra de su voluntad, ensombreció el desfile de Palacio, como siempre correcto.

Negro y azul marino combinados con 'pailletes' y botones dorados para una de las colecciones más sobrias de una jornada que inauguró la firma Andrés Sardá.

Inspirada en la estética de Helmut Newton, Sardá tiñó de blanco Neutrex y negro muchas de sus propuestas que 'aderezó' con faldas-frac o marabú en una puesta en escena mucho más contenida que en ediciones anteriores. Impresionantes conjuntos lenceros de encaje, seda, plumeti, raso, tul y tricot compartieron escenario con las prendas de baño para el próximo verano donde la firma apuesta por el coral, el amarillo o el turquesa. Jesús del Pozo también mereció sus aplausos.

Más atrevido que de costumbre apostó por una arriesgada mezcla de tejidos y acertó. Pleno al quince.

Otro de los grandes nombres del día fue el de Duyos. El diseñador subió a la pasarela para presentar 'Landscape' a Marie-Ange Schmitt-Lebreton, ex modelo francesa y coreógrafa; Eloísa Bercero, coleccionista de ropa de alta costura; y las también ex modelos, francesa y holandesa, Sabine Jost y Paola Kortis. La más joven tiene 52 años y la mayor 73. «Me apetecía reivindicar otro tipo de belleza, no solo la de los 20 años», señaló Juan Duyos.

Sus modelos por un día, nerviosas, cumplieron su papel a la perfección. «En la vida me haría una cirugía estética, es como si te avergonzaras de envejecer, ¡yo quiero que me dejen las líneas de la vida», decía orgullosa Eloísa Bercero, señalándose las patas de gallo. Una muy buena colección resaltada por las modelos elegidas.

Ana Locking devolvió la magia a la pasarela y, por primera vez en cuatro días, consiguió poner al público en pie con su colección 'Insides', inspirada en el interior del cuerpo humano. Unas prendas de hechuras impecables y un estampado increíble, partiendo de la base de unas fotografías del interior del cuerpo humano visto a través de un microscopio. Lo que, en un principio, podían parecer guindas eran leucocitos y las sinuosas líneas azules no eran otra cosa que fibras musculares. Sobresaliente para Ana Locking. Rojo sangre, beige o amarillo como la bilis son algunos de los colores con los que ha jugado esta diseñadora que ha dado una importancia vital a las espaldas desnudas, ceñidas con correas de cuero. Unos collares de metal que simbolizaban el ADN y dos gotas de sangre en el interior del dossier de prensa completaron la mejor propuesta del día. «Si doy mi alma, también tengo que dar mi sangre», explicó la diseñadora sobre el gesto de incluir su sangre como 'regalo'.

Montesinos no defrauda

Tras Ana Locking, el 'siempre-esperado' Francis Montesinos, que no defraudó a la hora de ofrecer espectáculo. Montesinos vuelve a los setenta reinterpretando la moda de aquellos años de la Ibiza 'hippie' y payesa. La firma ha realizado un estampado 'vintage' con un dibujo original del diseñador que combina con 'croché' y gasas transparentes.

Los hermanos Muñoz, menos Ailanto que nunca, presentaron una colección más pensada para la primavera que para el verano e, incluso, más otoñal que primaveral.

Colores apagados como los marrones, los verdes musgo o los grises forman parte de la paleta de este par de diseñadores vascos que completan las tonalidades de su colección con el salmón, el teja o el rosa maquillaje.

Una colección muy artesanal donde los forros adquieren una gran importancia. La superposición de tules de seda de distintos colores y el 'patchwork' en minifaldas y 'shorts' serán las señas de identidad de su próxima colección, donde no podían faltar sus delicados estampados.

«En este caso es un estampado de flores muy gestual», explica Aitor e Iñaki, que han bautizado esta colección 'Picnic en el bosque'.