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Los televisores, ¿un aparato del siglo pasado?

La Voz REDACCIÓN

TENDENCIAS

La revolución de Internet ha relegado a los dispositivos tradicionales a una segunda división, un paso atrás que muchos han aprovechado para coger carrerilla y reinventarse

08 oct 2014 . Actualizado a las 12:16 h.

El siglo XXI arrancó con promesas futuristas que afilaban los colmillos de los que, durante años, habían soñado con el nuevo mundo. La era de Internet abrió las compuertas de un vasto universo virtual que se focalizó primero en los ordenadores de mesa, después en los portátiles y, ya con el 2000 rozando su primera década en los dispositivos de bolsillo, como los smartphones y las tabletas. ¿Y las televisiones? ¿En qué lugar quedaron esas cajas, que nacieron alrededor de 1930 con el objetivo de transmitir a distancia sonidos e imágenes en movimiento?

Con la irrupción del universo virtual, en realidad, con su consolidación, los aparatos más tradicionales como la radio o el televisor pasaron a un segundo plano. Enseguida, el servicio se adaptó al sistema digital y, poco después, se integró en la Red. Nacieron así servicios varios en streaming y alternativas para que el usuario pudiese acceder a contenidos a la carta; capítulos de series, películas, informativos o documentales a su disposición, en cualquier momento y en cualquier lugar, que exigían un único requisito: una conexión a Internet. Pero este cambio de tendencia, esta metamorfosis que muchos lloraron como el fin de la tele, fue entendida por los más espabilados como una oportunidad, como un nuevo camino para reinventarse y salir a flote.

Por esta vía circulan las innovadoras Smart TV, aparatos inteligentes que integran la televisión con Internet, un servicio al que se puede acceder también a través de consolas, ordenadores o smartphones. Las Smart TV son, en cambio, la alternativa más familiar, un servio doméstico, orientado al hogar, que trabaja para reunir todo tipo de servicios en el salón de casa. ¿Cómo? Pues mediante llaves capaces de desbloquear todo su potencial. Como, por ejemplo, el Chromecast.

Se trata de un accesorio que se introduce en un puerto HDMI del televisor. Permite conectar teléfonos móviles, tabletas y ordenadores al televisor a través del WiFi, sin necesidad de cables, y explotar todas las facilidades que esto supone: ver en la tele un vídeo de Youtube, reproducir música, leer las noticias de los diarios en pantalla grande y, en el caso de que algún día aterrice Netflix en España -una suerte de Spotify de las películas-, visionar títulos en línea desde el sofá. Para empezar a utilizarlo es necesario, además, descargarse una aplicación en Google Play, si utilizamos Android, o en la App Store, si somos fieles a Apple. Chromecast se vende en El Corte Inglés.