El talismán de Jesús Vázquez

Pedro José Barreiros Pereira
P. Barreiros A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Jesús Vázquez viste medias azules desde que se rompió el peroné en marzo pasado.
Jesús Vázquez viste medias azules desde que se rompió el peroné en marzo pasado. manuel marras< / span>

Se entrena con unas medias de compresión que favorecen el riego sanguíneo

18 ene 2013 . Actualizado a las 19:10 h.

La vuelta de Jesús Vázquez a la competición guarda un secreto. Tras padecer en un entrenamiento en marzo pasado la rotura del peroné de la pierna izquierda, el mediocentro acaba de volver a la competición gracias a su tesón y a un par de medias azules. Titular el pasado domingo contra la Real Sociedad, ni la larga recuperación de un futbolista que hoy cumple 33 años, ni los sucesivos refuerzos del Dépor en esta posición (Abel Aguilar, André Santos, hace solo unos días Paulo Assunçao...) lo han apartado de aquel reto que se había marcado: volver a jugar en Primera División con el Dépor.

Desde el primer día que volvió a los entrenamientos, aún en plena pretemporada y hasta hoy en día, Vázquez luce unas llamativas medias azules, muy distintas a las que lucen sus compañeros. Siempre subidas hasta la rodilla y aparentemente más gruesas que los habituales calcetines de algodón que usa el resto de la plantilla en las prácticas, el mediocentro no se aparta de ellas ni a sol ni a sombra. Incluso se las ponía en casa.

Se trata de unas medias de compresión, que se ciñen por completo a sus piernas, por lo que favorecen el riego sanguíneo. El futbolista del Dépor ya las tenía en su poder desde su paso por el Recreativo, pero nunca les había hecho mucho caso. Se las ponía de forma ocasional, cuando se encontraba especialmente cansado, pero nunca de forma sistemática como ahora.

Son las mismas que también emplean en otros deportes, como el ciclismo, para recuperar al máximo los músculos al cabo de un importante esfuerzo. Sin embargo, en el caso de Jesús Vázquez, que las llevaba marcadas con su diminutivo, Chus, las medias acabaron por convertirse en un auténtico talismán. En el Dépor con anterioridad a él había vestido unas similares el delantero Mista, quien había padecido problemas musculares durante su carrera y que abandonó el club sin pena ni gloria.

Mientras Vázquez las ha portado no ha sufrido ni una sola nueva lesión, ni un solo problema físico desde aquella maldita lesión en un golpe fortuito en el entrenamiento del 13 de marzo del 2012. Es más, su única baja en este período fueron los cuatro días que permaneció por precaución al margen del grupo, después de golpearse en la cabeza en un lance del partido de Copa del pasado 1 de noviembre contra el Mallorca en Riazor. Parecía aturdido y hasta fue trasladado al hospital, pero Vázquez pasó la noche en su domicilio y aún volvió a entrenarse con más fuerza.

El despido de Oltra, valedor de su llegada en el verano del 2011, lejos de suponer el definitivo ostracismo del futbolista, le ha devuelto la alegría de jugar en Primera División. Sin minuto alguno en la categoría hasta el pasado domingo, el mediocentro acompañó a Álex Bergantiños en el eje del equipo de Domingos Paciência y hasta podría repetir pasado mañana contra el Osasuna en el arranque de la segunda vuelta. Es cierto que su puesto parece reservado para Paulo Assunçao, refuerzo deportivista en este mercado de invierno, pero a Jesús Vázquez ya no hay quien le quite la alegría de la temporada, la que le brindaron su esfuerzo y el inesperado talismán de un par de medias azules.