El portugués debutó con un golazo al Osasuna, pero sus fallos del sábado abocaron al Dépor a la derrota
22 ene 2013 . Actualizado a las 19:29 h.El paso de la primera vuelta no ha dejado inmune a Nelson Oliveira, quien en 19 jornadas recorrió el camino entre el héroe y el villano del deportivismo. Subió a los altares gracias a un gol de bandera contra el Osasuna en el mes de agosto, pero el pasado domingo, en el arranque de la segunda vuelta contra el mismo rival, se estrelló sin remisión como consecuencia de dos errores que privaron a su equipo de un mejor resultado. De espléndido goleador y esperanza para la permanencia pasó a convertirse en la mayor de las decepciones, precisamente por lo alto que había escalado entre los preferidos de la grada y las promesas incumplidas que aquella diana había esbozado.
La actual decepción de Nelson Oliveira en el Dépor se fraguó después de un gol de bandera en su primer partido con la camiseta blanquiazul. El Dépor abrió la Liga con una brillante victoria contra el Osasuna, y el más rutilante de sus fichajes portugueses, quien había reunido a un millar de espectadores en su presentación tras haber disputado la última Eurocopa, no tardó en levantar a su nueva afición de los asientos.
Dejó plantado a su marcador en un palmo de terreno con un arranque de potencia y voló hacia la meta rival, donde resolvió como una auténtica figura para elevar el balón ante la salida de Andrés Fernández, el mismo que acaba de dejar de manifiesto su caída. El pasado domingo este adivinó las intenciones del delantero en los dos manos a mano que protagonizaron, prácticamente consecutivos y cuando los coruñeses perdían por 2-0. En el primero, el más franco, el meta llegó a lanzarse unas décimas de segundo antes al lugar elegido por su adversario. Instantes después, esta vez exigido por un defensa, Oliveira lo obligó a una parada felina.
El internacional del Dépor había cerrado la primera vuelta con dos goles. Aquel del arranque liguero y otro más tras un despiste del portero en Granada, en la cuarta jornada, cuando también debió haber subido otro más al marcador que el árbitro no concedió. Pero ni él mismo se había creído que aquel violento trallazo contra el larguero había cruzado la línea.
Lesión
Así, se hablaba de sus méritos para ser titular por delante de Riki o de las cábalas que tenía que hacer su entrenador para incluir a ambos en la alineación. Era el futbolista de la media hora, un complemento de lujo después de los primeros sesenta minutos de Riki. Un rol que el delantero cedido por el Benfica nunca llegó a asumir y que finalmente parece haberle noqueado.
Todo se rompió en diez partidos, cuando en el choque liguero contra el Mallorca sufrió una lesión muscular que lo mantuvo algo más de un mes de baja. A su regreso Oliveira no ha vuelto a ser el mismo. Peleado con el balón, impreciso y con la vista fija en el césped, el internacional siguió entrando en la media hora final de los partidos, pero nunca más volvió a decidir.
Quizá ahora, cuando Riki acaba de sufrir un esguince de tobillo y su participación el sábado (22.00 horas, C+ Liga y GolT) contra el Valencia esté en el alero, el Dépor tenga que abrirle las puertas de la titularidad a Nelson Oliveira. El villano del Dépor puede convertirse ahora en su esperado héroe.