El debut de Fernando Vázquez en el banquillo marca el partido de esta noche contra el Sevilla
15 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El cambio de entrenador ha devuelto la ilusión al Dépor. Si junto a un problema futbolístico había otro de confianza, a este Fernando Vázquez aplicó todos sus esfuerzos con el fin de reforzar la mermadísima moral de su vestuario. Quizá con solo tres entrenamientos para asaltar el campo del Sevilla al equipo coruñés no le quedaba otra. Ahora solo le resta apoyar su discurso en un buen resultado, hacer cuenta nueva y recomenzar su particular Liga, en la que precisa sumar ocho victorias para disfrutar del tesoro de la permanencia.
Quizá porque no ha habido tiempo para más, pero también por las cuatro bajas en defensa, no se esperan importantes cambios de nombres en la alineación de esta noche, pero sí la semilla de un radical cambio de actitud sobre el terreno de juego. Si Vázquez ha cambiado la seriedad distante de Paciência con su plantilla por una afabilidad casi paternal, Álex Bergantiños se refirió ayer a una conjura del vestuario para remontar la dramática situación.
Calendario
Farolillo rojo de la clasificación por cuarta jornada consecutiva, con un calendario de órdago en el próximo mes y el club intervenido, al Dépor no le queda otra que aislarse del mundo y concentrarse en el desafío de esta noche. El Sevilla, pese a la plantilla de que dispone y a la claridad con que ganó en el duelo de la primera vuelta, completa una temporada irregular. Ubicado en el ecuador de la tabla, una derrota podría dejarle más cerca del descenso que de Europa. Y eso que de la mano de Emery solo ha perdido dos partidos (contra el Atlético y el Madrid) de los siete que el técnico acumula tras la marcha de Míchel y del exdeportivista Víctor. El que fue entrenador del Almería y del Valencia no podrá contar con el lateral derecho Cicinho, una pesadilla en Riazor, pero sí con Jesús Navas, que acostumbra a encontrar en el lateral zurdo del Dépor a sus víctimas favoritas.
Evaldo y Ayoze se disputan la única duda de la defensa. De mediocampo hacia delante todo se revela entre interrogantes: desde el esquema, aunque parece probable que refuerce el sistema defensivo con el trabajo de tres pivotes, y, por supuesto, tampoco se conoce la identidad de los futbolistas elegidos. Solo Riki, el pichichi deportivista, se revela fijo en un Dépor que reestrena ilusión.