
Una labor defensiva intensa, pero no agresiva, y un ataque más directo, premisas iniciales
17 feb 2013 . Actualizado a las 23:02 h.Sin llegar a establecer un modelo propio, porque a los futbolistas les faltó tiempo para trabajar con el nuevo técnico, el Dépor de Fernando Vázquez mostró en Sevilla sus primeras señas de identidad.
ESTILO
Ataques más directos y menos juego en el centro del campo.
El Dépor ofreció su versión más vertical. El juego nunca pasó por el centro del campo, donde Vázquez dispuso a sus jugadores más destructivos y menos dotados para la creación. Así, el equipo coruñés ofreció menos pases con éxito que su rival (89%-75%) y en regates (13-8), pero lo superó con claridad en lanzamientos al área (15-26).
DEFENSA
Un equipo sin agresividad, pero con intensidad.
La era Paciência finalizó con seis expulsados en seis partidos y los blanquiazules saltaron al campo convencidos de que los once iban a acabar el partido. Y lo lograron, al tiempo que pusieron en práctica la diferencia entre agresividad, lo que habían practicado hasta ahora y que los árbitros habían castigado sin miramientos, e intensidad, la que exhibieron en el Sánchez Pizjuán. En el dato más llamativo del partido del viernes, únicamente cometieron cuatro faltas frente a las 21 del Sevilla. Eso sí, hicieron más a entradas con robo que sus adversarios (21-26).
SIN EXPULSADOS
La conjura de los jugadores en el plano defensivo.
Las cuatro faltas del Dépor se dividieron en dos de Assunção (que vio una tarjeta), una única de Abel Aguilar, por la que fue amonestado, y Silvio cometió la cuarta, pero ni los otros tres defensas, ni Álex Bergantiños hicieron alguna. Ni este ni Evaldo, advertidos de cumplir ciclo, vieron la quinta amarilla.
SOLIDARIDAD
Zaga adelantada para la presión, pero sin correr riesgos.
El Dépor no se resguardó en su área a la espera de las acometidas del Sevilla. Defendió junto y la zaga no dudó en apoyar la presión de su centro del campo, aunque fuera adelantándose hasta el círculo central. Solo practicó el fuera de juego en una ocasión. Además, la labor de desgaste de Aguilar como falso mediapunta incomodó al rival.
ATAQUE
División de papeles: unos jugadores atacan, todos defienden.
En Sevilla Riki, Bruno Gama y Pizzi (junto a Salomão y Oliveira, cuando salieron) se ocuparon de atacar. Solo estos, junto a aquel cabezazo de Evaldo, remataron a la portería de Beto. Eso sí, todos los jugadores de campo que entraron en el once se aplicaron en defensa y todos, salvo Pizzi y Bruno Gama, practicaron alguna entrada con robo. Entre Silvio (9) y Aguilar (6) acabaron casi con tantas como todo el Sevilla.