El Dépor apela al esfuerzo colectivo para reconciliarse con su afición y doblegar al Madrid
23 feb 2013 . Actualizado a las 18:43 h.Después de seis meses de decepciones y enfados, el Dépor quiere regalar a su afición noventa minutos de esfuerzo y juego colectivo. Más allá de los puntos en juego esta hinchada espera disfrutar con el sudor de sus ídolos, quizá por fin serios y comprometidos. Los coruñeses tienen una cita especial contra el Real Madrid, que tantas veces ha hincado la rodilla en sus enfrentamientos. Antes que Cristiano Ronaldo y Mourinho, otros goleadores voraces y estrategas de postín salieron sonrojados de A Coruña. En su última visita, la temporada del descenso, ya con ambos de blanco, el Real Madrid no pasó de un empate sin goles que, si se repite hoy, se celebraría como un triunfo. Por esta vez, de tan ansioso que Riazor está por volver a abrazar a su equipo pródigo, aplaudiría a rabiar si reconoce en sus jugadores el orgullo blanquiazul.
Amante de la estrategia, Fernando Vázquez ha ensayado un cambio de sistema en el Deportivo que hoy podría ver la luz. Colocaría a sus jugadores en un 4-1-4-1, con la habitual línea de cuatro defensas (Silvio y Ayoze en las bandas, junto a los regresos de Marchena y Zé Castro) y las novedades de un único pivote y una línea de cuatro con dos alas y dos jugadores quizá más creativos en el centro. Todas las incógnitas se centrarían en la sala de máquinas deportivista. Solo Abel Aguilar parece realmente seguro en cualquiera de las tres posiciones, pero si Assunção entra en la de mediocentro defensivo, quizá el colombiano se adelante al lado de Álex Bergantiños o hasta de Juan Domínguez. La posibilidad de Valerón podría quedar aparcada para los instantes decisivos del segundo tiempo.
Dudas
Si Vázquez se inclina por los tres primeros citados, acabará repitiendo la apuesta de Sevilla, que naufragó ante las apariciones por sorpresa de Medel, aunque también podría esperar a conocer la alineación del Madrid. El sesgo de esta podría variar desde un mediocampo oscuro y de brega con Khedira y Essien a las espaldas de Kaká, hasta el luminoso talento de la aparición de Modric y Özil al lado del brasileño. En defensa quizá aparezca el desordenado Marcelo, mientras al ataque jugaría Higuaín, justo a los dos que se le presume picados por las insinuaciones sobre su mal estado físico.
En el Dépor correrán al ataque los habituales Pizzi y Riki, quien alcanzados los nueve goles busca ya su mejor techo en Primera, a los que podría acompañar Salomão. Tras una prometedora aparición en el cuarto de hora final en el Pizjuán, el extremo portugués apela a su punta de velocidad para convertirse en el mejor aliado del goleador.
Con el recuerdo de aquel espléndido festín del mes de octubre contra el Barcelona, que sobrevivió a Riazor gracias a un alocado 5-4, el Dépor dispone ahora de una nueva cita para redimirse en la clasificación y en el ánimo de sus aficionados. Es la jornada del orgullo.