El Deportivo pierde un pilar

Pedro José Barreiros Pereira
Pedro Barreiros A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Marchena se despide de la temporada tras dos goles claves en la remontada

16 abr 2013 . Actualizado a las 17:52 h.

El Dépor jugará la recta final de la Liga sin el jefe de su defensa. Tras retirarse en camilla del partido contra el Levante, Marchena se despidió ayer de la temporada. Se le diagnosticó una rotura en el cuádriceps de la pierna derecha. El plazo habitual de recuperación de esta dolencia nunca es inferior a las seis semanas, justo las que quedan de Liga, pues una de las siete jornadas que quedan se disputará en miércoles.

El central, de 32 años y habitual en la selección que levantó la primera Eurocopa y el Mundial, cierra abruptamente su trayectoria con la camiseta blanquiazul. Con un contrato que abarcaba únicamente esta temporada, y el compromiso de prolongarlo para la próxima si disputaba treinta partidos (tras haber disputado 22 estaba en disposición de haber llegado a los 29), permanecerá en A Coruña hasta final de temporada y luego quedará libre para buscar equipo.

Rol de experiencia

La temporada se le acaba justo cuando no hacía más que empezar. Fue petición expresa de Oltra, quien recomendó su fichaje después de que se confirmase la marcha de Colotto, pues personificaban el mismo rol de experiencia. Sin embargo, sus repetidos problemas de espalda le obligaron a jugar mermado y hasta a perderse buena parte de la primera vuelta. La llegada de Fernando Vázquez y de los momentos más críticos para su equipo habían destapado al mejor Marchena. Por su rendimiento en el campo no pasará a la historia del Dépor como el heredero de Lasarte, el último que empuñó su machete, sino como el autor de dos goles que brindaron triunfos vitales en la inolvidable remontada que su equipo está protagonizando. Si en la retina del deportivismo quedarán guardadas las dianas contra el Mallorca y el Zaragoza, no será menos la expulsión de Aspas en el derbi de Riazor.

El Dépor pierde su veteranía sobre el campo, ese sexto sentido capaz de intuir las dificultades o cambiar el rumbo de los partidos con el balón, pero también sin él. Con más de 300 partidos en Primera nadie tiene que enseñarle cómo sacar de sus casillas al adversario o cuándo dirigirse al árbitro. Pero por estas mismas razones también en el vestuario es de las voces más escuchadas y apreciadas, junto a las de los capitanes, de Camuñas y de Jesús Vázquez. Ahora le toca animar desde la grada.