Ha sido infiltrado con toxina botulínica para tratar sus molestias en la nalga
31 ene 2014 . Actualizado a las 18:57 h.Arizmendi está de vuelta. Si no se resiente, regresa hoy a la convocatoria del Dépor después de regatear los problemas físicos que le persiguen. Esta vez el delantero, decidido a poner su granito de arena en el retorno a Primera, ha dado el visto bueno a un tratamiento poco convencional de sus lesiones. Los servicios médicos del club le han infiltrado toxina botulínica, más conocida como Botox (la marca del primer medicamento de este tipo que se comercializó), en el músculo piramidal, donde se habían concentrado sus molestias los últimos meses.
El piramidal está localizado en la pelvis y, aunque es pequeño, resulta básico en el gesto de correr (sobre todo en la zancada, los impactos con el suelo, o para mantener fuertes ritmos). Arizmendi, que en marzo cumplirá 30 años y abrió el pasado verano su segunda etapa en el club, en la que ha marcado un solo gol, sufre molestias en la nalga y en la parte posterior del muslo que hasta ahora le han impedido ofrecer su mejor rendimiento.
La toxina botulínica, que ha alcanzado popularidad por su uso en la medicina estética para borrar las arrugas de expresión, produce parálisis muscular, por lo que en este caso se confía en que el jugador, pinchado con ella directamente en el piramidal, deje de sufrir molestias y pueda competir a la altura que desea. Sus efectos actúan de forma progresiva a partir de la primera semana y se prolongarán los próximos tres o cuatro meses, por lo que si el plan se cumple, no volvería a sufrir problemas en este músculo hasta final de temporada.
El delantero, cuyo fútbol depende de la zancada y la carrera, había vuelto de las Navidades convencido de haber dado esquinazo por fin a estas molestias. Jugó contra el Girona y contra el Las Palmas, cuando Riazor acabó por silbarle. Fernando Vázquez salió en su defensa y reveló que el delantero seguía jugando tocado. «Quiero que la gente lo sepa para que luego pueda opinar», advirtió.
Dos semanas después, con Luis Fernández lesionado y Toché y Salomão recién incorporados, el delantero ha vuelto a los entrenamientos y está disponible para su entrenador. El Botox puede devolver la versión esperada de Arizmendi.