Más carácter para el ataque del Dépor

Pedro José Barreiros Pereira
pedro barreiros A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

El uruguayo Ifrán pasa el reconocimiento médico y se suma al proyecto por el ascenso

14 mar 2014 . Actualizado a las 14:46 h.

El delantero Diego Ifrán se revela como el último ingrediente para el ascenso deportivista. Con unas cifras de goles muy pobres en la Liga española, donde milita desde el 2010, el jugador uruguayo parece llamado a aportar el atrevimiento y la osadía atacante que Riazor echa en falta desde la despedida de Culio en el mercado de invierno. Ifrán llegó a A Coruña ayer por la tarde y, nada más aterrizar, se sometió a la primera parte de un exhaustivo reconocimiento médico. Hoy pasa las últimas analíticas, e incluso está previsto que acuda a entrenarse con sus nuevos compañeros. No hay un minuto que perder con un futbolista que llega cuando faltan menos de tres meses para la conclusión del campeonato. Así, su debut podría llegar mañana mismo (20.00 horas, TVG2), contra el Barça B en Riazor.

También en la Real Sociedad, que lo cedió en préstamo hasta final de temporada, desean ver a un futbolista que apenas ha disfrutado de protagonismo sobre el campo. La temporada que más participó fue la última, cuando apareció en 26 jornadas, pero apenas alcanzó el millar de minutos de juego. De 26 años, en sus inicios en Uruguay lo comparaban con Nihat, ídolo de San Sebastián, y hasta con David Villa, pero llegó lesionado en el ligamento cruzado de la rodilla izquierda. Y, tras recuperarse, la grave dolencia se le repitió el pasado verano. Dos graves lesiones hurtaron el fútbol de un delantero en el que había fundadas expectativas, pero al que la grada de Anoeta apenas ha conocido más allá de su carácter caliente.

Quizá aún se recuerde su aportación en la reciente eliminatoria de Copa entre los donostiarras y el Barcelona, marcada por un gran error arbitral en el partido de ida en el Camp Nou. Ifrán no fue convocado en ninguno de los dos partidos, pero desde su cuenta de Twitter bramó contra los árbitros: «Qué impotencia siento por la ilusión que había en la afición, con el equipo dándolo todo. Esto es imposible. Hasta que no cambie la mentalidad, o no sé cómo llamarlo, de los árbitros será imposible. No entiendo la mentalidad de los árbitros de pitar siempre ante la duda, a favor de los mismos. ¿Qué es? ¿Miedo? ¿Están obligados? ¿Están comprados?»

Precisamente después de estas palabras el uruguayo entró en la convocatoria de la siguiente jornada liguera, pero al final no jugó. Ahora llega a uno de los grandes de Segunda en plena carrera por el ascenso.