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Los coruñeses no encajaron por primera vez en 7 jornadas
17 mar 2014 . Actualizado a las 17:30 h.El Dépor apeló a su mejor virtud, la solidez defensiva, para volver a mirar el futuro con optimismo. Hacía seis jornadas que no cerraba un partido sin encajar gol alguno, pero al séptimo día, contra el Barcelona B, un rival de fantasía atacante, aunque bisoño, recuperó el buen espíritu. El equipo coruñés se destacó como uno de los primeros clasificados que acabó la jornada con una sonrisa. No le acompañaron muchos. Solo el Las Palmas ganó entre los candidatos al ascenso, mientras el líder Eibar no pasó del empate, el mismo resultado con el que había terminado el partido del sábado en Riazor.
El éxito del Dépor llegó desde un desempeño defensivo del que parecía haberse despedido de forma alarmante. Esta vez Lux cerró a cal y canto la meta coruñesa para que su equipo sumase un punto, que conforme pasan las horas ha visto multiplicado su valor. No fue el partido en el que menos remates recibió, pues el Barça B ejecutó ocho, aunque solo dos entre los tres palos, ni tampoco aquel en el que recuperó la posesión, pues, como se esperaba, el filial marcó el ritmo con un 61 % de dominio del juego.
Pero con el oficio le bastó para engordar su casillero y alcanzar los 50 puntos antes de plantearse nuevos avances en su recuperación definitiva. Fernando Vázquez pretende que su equipo alcance de nuevo la velocidad de crucero, aunque para echarse a correr, primero ha de comenzar a caminar. El empate contra el Barcelona B se convirtió en el primer paso.
En el plano individual, mientras se prolongue la sanción a Luisinho, al que aún le quedan otros dos partidos de suspensión, los crecimientos personales pasan por la definitiva adaptación de Rabello a los sistemas del técnico o el crecimiento físico de Sissoko, capaz de aguantar por fin los noventa minutos y superar el rol de mero revulsivo. Y queda por ver la aportación del recién llegado Ifrán.
Quizá el siguiente paso del colectivo deportivista llegue desde una mayor claridad de ideas en ataque. Y quién sabe si desde la continuación del sistema de tres centrales.