La calculadora blanquiazul

Pedro José Barreiros Pereira
p. barreiros A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

El Dépor sueña con ganar y viajar a Soria en pos del ascenso matemático

18 may 2014 . Actualizado a las 12:45 h.

Pase lo que pase en esta jornada, a la que le seguirán otras tres antes de la conclusión de la Liga, el Dépor seguirá dependiendo de sí mismo para el retorno a Primera División. Esta mañana salta al césped de Riazor con cinco puntos respecto al Las Palmas, el rival que marca la zona de promoción. Su intención es al menos sostener esta ventaja y disputar así el próximo compromiso, el partido del próximo domingo (20.00 horas) en Soria contra el Numancia, con posibilidades por fin reales de festejar el retorno matemático a Primera División. El equipo canario juega a las ocho de esta tarde a domicilio contra el Castilla, que pugna por abandonar las posiciones de descenso.

El triunfo deportivista de esta mañana aumentaría las posibilidades de que el choque de Los Pajaritos resultase decisivo. No solo le dispararía en la clasificación hacia un nuevo título de Segunda División, sino que, combinado con un tropiezo del conjunto de Valerón, Aythami y Momo, esos cinco puntos actuales podrían abrir una brecha de ocho o de siete respecto a sus contrincantes, por lo que se convertirían en todo un pasaporte hacia la máxima categoría. Solo quedaría por dilucidar cuándo se haría efectivo: si en el citado partido de Soria, o la siguiente jornada contra el Jaén en Riazor.

El empate, tal y como Fernando Vázquez sostuvo en las horas previas al choque de esta mañana, no resultaría excesivamente dañino en las aspiraciones deportivistas de subir directamente. Por un lado, sostendría la distancia con el Eibar, que actualmente es de dos puntos (aunque decantaría el golaveraje particular a favor de los vascos), al tiempo que impediría al Las Palmas acercarse más allá de los tres puntos, pero con esta diferencia de goles favorable a los gallegos. Así, su principal adversario por el ascenso directo seguiría a más de un partido de distancia cuando apenas quedan tres para el final.

En cambio, la derrota del Dépor frente al Eibar supondría todo un varapalo, el cuarto consecutivo tras los sufridos contra la Ponferradina, el Lugo y el Alavés, en sus aspiraciones de zanjar el campeonato antes de que concluya. Se le abriría un final de Liga incierto en el momento más inesperado. Tras un verano convulso, en el que arrancó la competición con más dudas que certezas, se había rearmado en torno a las acertadas premisas de su entrenador hasta destacarse como el rival a batir, el máximo favorito y el equipo que marca el ritmo de la categoría. Pero, en este horizonte pesimista, pasaría a sentirse prácticamente cazado en sus aspiraciones y obligado a reinventarse una vez más para alcanzar un objetivo que parecía acariciar con la punta de los dedos. Entonces, sí que le haría falta encender la calculadora blanquiazul.