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Pese a que igualó su mejor registro de disparos, acumuló la cuarta jornada consecutiva sin marcar
09 dic 2014 . Actualizado a las 14:04 h.Los problemas de puntería y hasta para generar ocasiones claras de gol se están revelando como el verdadero lastre de este Dépor. Apretadas las tuercas en retaguardia, donde la aparición de Fabricio ha acabado por apuntalar el rendimiento de una línea de centrales correcta y sin grandes fisuras, su paupérrimo rendimiento en ataque ha terminado por hundirlo en las posiciones de descenso.
Contra el Málaga no le bastó con alcanzar los catorce disparos a portería, e igualar su mejor estadística de la temporada. Ni siquiera así acabó con la maldición que le parece acompañar cada vez que enfoca la portería rival y que le ha llevado a quedarse con el marcador a cero en las cuatro últimas jornadas. Desde que el 31 de octubre Postiga acortase distancias a diez minutos del final del partido contra el Getafe, los deportivistas no han vuelto a acertar en Liga, si bien Toché marcó en Copa el pasado miércoles.
Tres días después, el pasado sábado, el Dépor chutó hasta catorce veces, un registro que establece su techo esta temporada y que solo había alcanzado en la derrota por 2-8 contra el Madrid. En esta ocasión, Wilk, con cuatro disparos, pero solo uno entre los tres palos, se reveló como el deportivista más insistente. Cavaleiro chutó en tres ocasiones (una fuera, otra al palo y otra detuvo Kameni) y Postiga, quien sufrió el penalti, solo disparó en una ocasión (la más clara del partido, al margen de la pena máxima). Toché, su sustituto, acabó con dos remates, ambos entre los tres palos y un posible penalti que el árbitro no pitó y hasta lo amonestó por entender que había fingido, al tiempo que Medunjanin, sustituido en la segunda parte, completó el elenco de deportivistas con disparos entre los tres palos. Hizo uno.
La claridad del juego parece en progresión desde la segunda parte contra la Real (y con la excepción de la irreal visita al Calderón). Sin embargo, lo único demostrable es que en los dos últimos encuentros como local que ha disputado con el esquema de los tres centrales, los coruñeses superaron la decena de remates a portería, con el añadido de que esta vez dejaron al Málaga en una de las cifras de las más pobres de remates (ocho, tres entre los tres palos) de los que hasta ahora visitaron Riazor. Aún así, el ránking de goleadores deportivistas no se ha movido, con Medunjanin, Toché y Cuenca como líderes con dos goles marcados por cada uno.
Y lo que la pizarra ni antes ni ahora ha logrado solucionar es que el Dépor necesita más pólvora para sumar puntos y despegar de las posiciones de descenso. La reválida del próximo lunes (20.45 horas, Canal+ Liga y GolT) contra el Elche no solo señalará al Víctor Fernández, que se jugará el puesto en el banquillo, sino a toda una línea que por nombres parecía válida para sostener el desafío de la permanencia, pero que debido a lesiones o a las bajas formas de sus principales referentes no acaba de responder a las expectativas. En este sentido, la próxima reapertura del mercado de fichajes podría reforzar la plantilla en esta parcela, en la que han sorprendido las carencias.