El mediocentro se recupera con caminatas por el monte de una fractura en el pie situada solo dos centímetros más abajo de la que había padecido Filipe
23 ene 2016 . Actualizado a las 14:06 h.Borges ya ha recuperado la sonrisa y ahora pondrá a punto el pie izquierdo para volver a vestirse con la camiseta del Deportivo en cuanto pueda. Pero paso a paso. La reparación anímica del mediocentro, que a mediados de noviembre se vio apartado de los entrenamientos y las alineaciones de su equipo por culpa de la fractura en el quinto metatarsiano del pie izquierdo ocurrida en un partido con su selección, es evidente. En los últimos días se le ha visto entrenarse en el césped, aún al margen de sus compañeros, y hasta abandonar los tenis para calzarse las botas de fútbol en algunos ejercicios. Pero aún le quedan tres semanas de convalecencia para cumplir los plazos estimados desde el primer momento. Nadie desea apurarse.
Operado nada más aterrizar en A Coruña, el mediocentro y los servicios médicos del club callaron la gravedad de una lesión que recordó a los especialistas la que Filipe había sufrido en el 2010. Precisamente hoy se cumplen seis años de esta imagen, que había helado Riazor en un partido contra el Athletic de Bilbao. En el lance que abrió la victoria deportivista, Iraizoz arrolló al lateral, quien sufrió la fractura del peroné de la pierna derecha y la rotura de los ligamentos del tobillo. Tuvo que ser operado nada más ser evacuado del campo y corrió riesgo de amputación. La dolencia de la que Borges se recupera en estos momentos se encuentra solo dos centímetros más abajo que aquella, en la base del quinto metatarsiano, el hueso que une los propios de la articulación del tobillo y la base del peroné con las falanges del dedo.
«¡Cada vez más cerca!»
Por eso, esta recuperación ofrece similitudes con la que entonces completó el futbolista brasileño actualmente en el Atlético de Madrid. Borges también se ejercita con caminatas por el monte, especialmente indicadas para su situación, pues se trata de terreno blando (más que el asfalto de la carretera) e irregular, que obliga al jugador a ir atento al suelo y pensar (por así decir) antes de emprender cada paso. Ayer colgó en las redes sociales un nuevo mensaje: «¡Cada vez más cerca! Esfuerzo para volver pronto», junto a la fotografía de uno de los últimos entrenamientos. Titular indiscutible hasta la lesión, Álex Bergantiños ocupa ahora la posición del costarricense. Es la próxima batalla que le aguarda.
Fabricio comienza una nueva fase en la recuperación de la rodilla
El otro futbolista que más tiempo lleva en la enfermería deportivista es Fabricio, quien acaba de comenzar una nueva fase en la recuperación de su rodilla derecha. En el parte de situación médica de la plantilla emitido ayer, el portero, que sigue de baja y con tratamiento médico y fisioterapia, figura por primera vez en readaptación. Inicia así otra etapa en el restablecimiento de la rotura de ligamento cruzado de la que fue operado el pasado 4 de diciembre en Barcelona. Allí volvió a viajar el jugador el pasado lunes para una revisión rutinaria en la que se constató que su recuperación marcha según los plazos previstos y sin contratiempos.
A partir de ahora Fabricio, que ya se desplaza sin muletas, comenzará entrenarse en el gimnasio de forma habitual y hasta a desarrollar pequeños ejercicios sobre el césped cuando su evolución lo permita. El Deportivo apeló a su condición de lesionado de larga duración para darle la baja federativa e incorporó hasta final de campaña al veterano internacional croata Pletikosa, quien porta en su camiseta el mismo dorsal trece que hasta ahora poseía el guardameta canario.
Este, gran protagonista de la temporada pasada en A Coruña, pero que en esta ni siquiera pudo debutar por culpa de las lesiones, concluye contrato el próximo 30 de junio, por lo que no volverá a jugar con el Deportivo esta temporada. Además, cuenta con un principio de acuerdo con el Besiktas turco, donde el que fue técnico del club coruñés José Sambade se convierte en el gran valedor de su fichaje.