Una crisis que no apaga el optimismo

Pedro José Barreiros Pereira
pedro barreiros A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

MARCOS MIGUEZ

Pese a las doce jornadas sin triunfos, el Deportivo alcanza el ecuador de la segunda vuelta liguera con siete puntos de ventaja respecto a los rivales que ocupan posiciones de descenso

07 mar 2016 . Actualizado a las 19:30 h.

Al Dépor aún le dan las rentas de la primera vuelta para mirar al futuro con la cabeza levantada. Seis puntos sumados en nueve jornadas, sin ningún triunfo que echarse a la boca al cabo de más de dos meses del 2016, le permiten alcanzar el ecuador de la segunda vuelta con siete puntos de ventaja sobre las posiciones de permanencia. Estos son los síntomas de una crisis que no apaga su optimismo.

¿A qué se debe esta extrema fragilidad defensiva?

La baja de Sidnei se ha revelado fundamental. Los datos son contundentes: lesionado en la primera parte del partido contra el Espanyol, desde su marcha a la enfermería el Dépor ha encajado la friolera de ocho goles en tres jornadas. Más allá de su imponente presencia en las acciones de estrategia del rival (algo que pudo influir contra el Málaga), los coruñeses están sufriendo mucho para cortar las acciones de contragolpe del contrario, en las que la punta de velocidad del brasileño y su solvencia y sentido de la anticipación a la acción del rival se revelaban vitales para su equipo.

¿Se encuentra la plantilla en un mal momento físico o psicológico?

Ambas vertientes son vasos comunicantes en el estado de forma de cualquier futbolista. La falta de confianza puede llevarle a parecer que llega tarde para recuperar el balón, o que lo desplaza sin la eficacia de antaño, cuando la realidad es que ahora se emplea sin esa mezcla de clarividencia y atrevimiento que le daban los buenos resultados y la seguridad en sí mismo. En el caso del Dépor, lo cierto es que no concluye por delante del rival en kilómetros recorridos desde que concluyó la racha de cinco empates consecutivos con que abrió la segunda vuelta y esta se transformó en la serie de tres derrotas y el empate del pasado sábado en Riazor. De estas cuatro últimas ocasiones solo igualó en una (contra el Granada, que se adelantó en el marcador en la primera parte). Ni siquiera el pasado sábado, cuando volvió a jugar durante muchos minutos por detrás en el marcador, superó a su rival en esta faceta.

¿La ausencia de relevo en el gol está lastrando al Dépor?

Todos cruzan los dedos para que el gol de Riera en San Mamés marque un punto de inflexión en la aportación colectiva de los jugadores de ataque que menos han participado. Sin embargo, contra el Málaga el catalán apenas saltó al campo a seis minutos del final. Mención aparte merece Jonathan, fichado para marcar diferencias, pero que se convierte en el jugador de campo menos utilizado. Lo cierto es que la ascendencia de Lucas se revela de tal calado (ha participado en 15 de los últimos 22 goles de su equipo con 9 tantos y 6 asistencias) que se vuelve imposible hacerle sombra.

¿Se echa en falta más profundidad al ataque deportivista?

También en esta faceta parece necesario el relevo de otros jugadores. Hasta ahora, de mediocampo hacia delante la movilidad de Fayçal, la magia de Luis Alberto y el carisma de Lucas han sostenido en numerosos partidos al Dépor. Ahora no se revela suficiente y se han sumado con éxito al carrusel el nuevo rol de Bergantiños (en una posición más adelantada) y el descaro de Cartabia (autor de una asistencia y un gol contra el Málaga). La próxima recuperación de Cani aportará una nueva solución.

¿El calendario de partidos del Deportivo invita al optimismo?

La permanencia pasa por casa. La temporada parece bifurcarse ahora para el Dépor, que a domicilio afrontará los contrincantes de más enjundia (el Atlético este sábado, 20.30 horas; para seguir a continuación con el Celta, el Sevilla, el Eibar y el Villarreal), mientras quedarán para Riazor tres adversarios aparentemente más sencillos (el Levante, Las Palmas y el Getafe), así como los grandes, el Barça y el Madrid.