El exfutbolista del Madrid y del Milan tiene tanta o más ilusión que cuando era joven
06 may 2017 . Actualizado a las 16:18 h.La Liga vuelve a disfrutar de uno de sus grandes porteros. Diego López (Paradela, 1981) tendrá en sus guantes impedir que el Dépor alcance ya la salvación matemática.
-Enhorabuena por su campaña en el Espanyol ¿es como renacer?
-Cuando llevas una trayectoria de muchos años siempre hay momentos mejores y peores. Vengo de un año pasado difícil, sobre todo por las lesiones, porque desde pretemporada no me encontraba bien y sufrí mucho, pero gracias a Dios aproveché el año para curarme y volver al cien por cien físicamente. Eso me ha dado la posibilidad de llegar este año aquí y estar cien por cien físicamente y poder encontrarme bien en el campo.
-El Espanyol negocia comprar su pase, ¿usted qué dice?
-Están hablando los clubes, pero yo estoy un poco al margen de todo. Faltan tres jornadas para que acabe la Liga, hay que terminar de la mejor manera posible y luego ya se verá qué ocurre.
-¿Eso cierra la puerta a que un día pueda regresar a Galicia?
-Las cosas cambian de un momento para otro. Está claro que tengo 35 años, pero me encuentro en el mejor momento de mi carrera; creo que, si Dios quiere y las lesiones me acompañan, tengo años por delante, pero no pienso más allá de acabar bien esta temporada, a buen nivel y ayudando a mi equipo.
-Afirma que está en el mejor momento de su carrera ¿por qué?
-Porque he ido evolucionando técnica y tácticamente, porque físicamente he trabajado mucho durante muchos años y ahora estoy recogiendo todo ese trabajo realizado y porque el portero es un puesto de madurez y de tener la cabeza en el sitio. Y también de tener ilusión y de vivir la profesión con ilusión y ambición. Y eso no es que no lo haya perdido, es que tengo tanta o más que cuando era joven. Amo mucho esta profesión, disfruto entrenando, jugando y por eso no me pongo fecha de caducidad, porque me encuentro muy bien y muy a gusto.
-Hasta los 40, como Donato.
-Ojalá, no me importaría nada, porque es cierto que cuando vas cumpliendo años en cualquier momento puede surgir cualquier cosa, pero ya digo que hace tiempo que no me encontraba tan bien y eso es importante.
-¿Con 35 es el fútbol como se lo imagina con 12 o 13?
-Con 12 o 13 te imaginas lo que es el fútbol en el campo únicamente, pero no sabes qué es lo que hay alrededor, que a veces no es tan bonito, pero ahora uno ya sabe cómo funciona este juego y este negocio, se va amoldando a todas las situaciones y es capaz de ir sobreviviendo.
-¿Le quita ganas lo que hay fuera respecto a lo de dentro?
-No, porque lo que hay fuera no me suele importar mucho y me centro a tope en mi trabajo, en aspectos puramente futbolísticos. Siempre lo he hecho y me ha ido bien. He intentado siempre centrarme en mí, ser muy exigente conmigo y muy trabajador y nada más. Hay momentos buenos, momentos malos, cosas que no puedes manejar, pero lo que está en tus manos, tratas de hacerlo al cien por cien.
-Después de dos etapas en el Madrid, del Villarreal, del Sevilla, ¿pensó que no volvería a España?
-Pues igual sí. Sí que cuando estaba en Milán no me planteaba volver, pero esto da muchas vueltas. Donde más me conocen es evidentemente en España y he pasado dos años en Italia muy felices, he disfrutado de otra competición, de otra cultura del fútbol, de vivir en un gran club. Pero lo que se vive aquí en España es diferente, te sientes mucho más futbolista, disfrutas más, se vive el fútbol de otra manera y es más agradable para el jugador.
-¿Cómo es el fútbol italiano?
-Aquí hay mucha más libertad para el jugador. Allí viven el fútbol de una manera muy... pasan muchas horas en la ciudad deportiva, horas inútiles, porque al final el trabajo es el mismo que haces aquí, pero aquí hay otra cultura, se juega mucho más, allí hay otros entrenamientos más tácticos, más físicos, es otro tipo de fútbol con el balón y la verdad es que apetece volver. Pero había que vivir otra experiencia y estoy contento de haberla vivido.
-¿Con qué sueña ahora?
-Conseguir lo máximo posible, seguir mejorando, buscando nuevas técnicas, veo el fútbol improvisando, adelantándome un poco a cómo va evolucionando. El de portero es un puesto muy bonito, pero muy difícil, se trabajan muchas cosas. Disfruto mucho la profesión todos los días, y es eso es lo que me mueve a seguir.
«Al principio me encantaba cómo jugaba, pero el Dépor ha ido de más a menos»
El jugador gallego vuelve mañana (18.30 horas, beIN LaLiga) a Riazor, donde no jugaba desde hace cuatro años con el Madrid.
-Sí, la última vez que jugué allí ganamos 1-2 con Mourinho. Me encanta jugar en Galicia. Siempre me gusta. La familia y los amigos podrán acercarse y podremos traer un poco de Paradela a A Coruña para que disfruten del partido, que siempre es bonito.
-Para su familia será el partido más especial del año.
-Sí, se desplazan a alguno más, pero este es el más cercano a casa y donde nos gusta ir.
-¿Qué le dice la temporada del Dépor?
-A mí al principio me encantaba cómo jugaba. Tuvo un inicio en el que le penalizó la mala suerte. Perdieron muchos puntos en partidos que tenían ganados o que podían haber sacado algo. Ha ido de más a menos y se ha metido en esa zona baja donde es complicado salir, donde cuesta mucho y ahora está salvado al 99 %, pero el Dépor de ahora también ha hecho buenos partidos. Contra el Madrid, pese al resultado, hizo un buen partido y compite bien, tienen muy buenos jugadores y tendría que estar más arriba de donde está. Les ha faltado esa pizca de suerte o detalles, sobre todo al principio, que te hace saltar de una posición baja y que luego se hace más fácil poder avanzar.
-¿Tiene amigos en la plantilla?
-A Mosquera sí que lo conozco y a Laure, y con Navarro jugué en el Sevilla.
-Lux bajo palos en el Dépor y usted en el Espanyol, ¿los viejos roqueros nunca mueren?
-Está haciendo una gran temporada. El puesto de portero y el fútbol han evolucionado mucho. El DNI se mira, pero a veces el rendimiento supera todo y, cuando estás bien, los clubes confían, porque los años y la experiencia son muy importantes para los grupos y los entrenadores.
-Ustedes vienen sin exigencia y el Dépor necesita un punto, ¿se conforman con un punto?
-No, nosotros no tenemos el objetivo de pelear por Europa o estar salvados, pero tenemos el objetivo de quedar lo más arriba posible, de sumar los máximos puntos posibles, y eso es un objetivo muy importante también. Vamos a ir a ganar. Sabemos que les falta un punto para salvarse matemáticamente, aunque virtualmente ya lo estén, pero va a ser un partido, por nuestra parte al menos, con mucha motivación y en el que nos estamos jugando muchas cosas. Cada partido siempre te juegas algo: prestigio, la afición que tienes detrás, muchas cosas.