Una plantilla con nombres, pero paupérrimo rendimiento, va camino de completar una de las peores temporadas del club en Primera División
25 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Este es un análisis del desastre. ¿Por qué a falta de cuatro jornadas el Dépor del proyecto de la ilusión parece sentenciado a bajar a Segunda División? Con el paso de la temporada se han desnudado los defectos y acentuado las carencias de un equipo que de principio a fin no ha cumplido las expectativas. Los errores sucesivos y la ausencia de respuestas por parte de unos jugadores llamados a protagonizar una temporada tranquila retratan a una plantilla que pasará a la historia del centenario club como una de las más pobres.
Errores
La portería, el puesto más señalado de principio a fin. Cinco porteros han pasado bajo los palos del Dépor y ninguno ha convencido plenamente. Sus propios errores no han hecho más que acrecentar esa sensación de que se ha tratado del puesto más señalado de la plantilla.
Lastre
Una sonrojante cifra de goles encajados de la Liga. Un problema de estructura defensiva. Desde el principio de temporada se detectó uno de los defectos del Dépor y la altísima cifra de goles encajados no dejó lugar a dudas. Con 65 tantos recibidos, solo el Las Palmas ha recibido más, 69.
Dirección
La desconfianza permanente en el banquillo. La solución del club pasó por los relevos en el banquillo. Mel comenzó la temporada, pero pronto se vio que no gozaba de la confianza del club. Le sustituyó Cristóbal, que subió del Fabril, pero su irregularidad acabó por condenarle. La llegada de Seedorf contó con el lastre del desconocimiento de la plantilla, y para cuando ha dado con el once ideal la Liga ya ha acabado.
Problema
Un mediocampo de un perfil similar y sin mando. Cuando se abrió la temporada, el mediocentro y la delantera se destacaban como las líneas más fuertes de la plantilla deportivista. Sin embargo, el paso de las jornadas acabó por revelar en el eje del equipo a futbolistas de un perfil similar: organizadores, con capacidad para ir de área a área, pero sin un perfil destructor o con mando y carácter para cambiar los partidos. En el mercado de enero pasado los refuerzos en esta posición tampoco han solucionado nada.
Refuerzos inexistentes
Sin acierto en los fichajes de invierno. Sin director deportivo, y con Tino Fernández al frente de las operaciones, Krohn, Muntari, Koval y Bóveda llegaron en el mercado de invierno, pero por unas razones u otras ninguno se ha revelado importante. Solo el defensa parecía haber alcanzado un rol relevante antes de su lesión. Muntari llegó fuera de forma y Krohn, el único que parecía de garantías, ha aportado muy poco.
Ataque
La falta de gol y liderazgo sobre el campo. El pasado verano la incorporación de Lucas contó con un respaldo unánime y fue festejado por la afición. Ocho meses después, la situación ha cambiado totalmente. El siete deportivista está acusando sobremanera no haber hecho una pretemporada normal por el culebrón de su vuelta a A Coruña, y a su lado nadie ha tomado el relevo: los problemas físicos han lastrado a Adrián cuando mejor estaba y Andone, que ha pasado por etapas en las que distintos técnicos no lo consideraron titular, está defraudando.
Club
La marcha de Vidal y Barral, y la falta de estabilidad institucional. En noviembre se despidió el consejero encargado del área deportiva, y solo unos meses después, en pleno mercado de invierno, el director deportivo. Ninguno de los dos movimientos favorecieron a la hora de dotar al Dépor de aquello que más necesita: una estructura deportiva.
Cantera
Un Fabril tímido y con escasa presencia en el equipo. Una plantilla del primer equipo con todas las fichas ocupadas no dejaba mucho espacio para la cantera, pero tampoco ningún jugador del Fabril tiró abajo la puerta del primer equipo para reclamar su espacio. Y eso que el filial está luchando por jugar la promoción a Segunda. Finalmente, ni Francis, ni Expósito, ni One han acabado por ganarse un puesto entre los profesionales.