Otro desastre para la despedida

TORRE DE MARATHÓN

Dos goles de Borja Valle maquillan otro mal partido en la última derrota de la temporada en Riazor

12 may 2018 . Actualizado a las 23:41 h.

Un tercio de Riazor, poco más de 12.000 aficionados, despidió la temporada más triste del Deportivo, zanjada a la espera de la jornada final en Mestalla con una derrota más lastimosa en el juego que en el marcador, retocado al final por el hambre de Borja Valle.

El 2-4 reflejó un partido de ida y vuelta, con muchísimo trabajo para los porteros, al que los locales no se engancharon hasta la media hora final. Justo en ese intervalo, el Villarreal, ya seguro de la victoria y dueño de los puntos que precisaba para jugar la próxima Liga Europa, permitió al equipo coruñés acercarse. A la invitación solo respondió Valle, autor de dos goles y, en realidad, único deportivista con vergüenza para dar la cara ante su hinchada.

Llueve sobre mojado en un Dépor que completó una primera parte horrible, quizá los peores minutos desde que Seedorf se sienta en el banquillo. Sin objetivo en juego, los futbolistas le hicieron un flaco favor al entrenador, entregado sin cortapisas a la causa de defenderlos contra viento, marea y resultados, pero que al final se ha quedado a la intemperie. Hace meses que Riazor no cree en ellos, asqueado de la falta de autocrítica de una plantilla muerta de éxito antes de siquiera empatar un partido. El holandés los avaló, pero se pasó buena parte del partido con la mirada perdida y esa misma sensación amarga en la boca, mezcla de traición y rabia que la afición lleva masticando desde la primera vuelta.

El 0-3 retrató tal cual los 45 minutos completados. Cada vez que el Villarreal aceleró, se despegó de un rival cadavérico. Los coruñeses se vieron por detrás en el marcador desde el principio. El minuto 1 para ser exactos. Fue un golazo de Castillejo, que clavó su disparo por toda la escuadra. Se diría que le quitó las telarañas, si este no fuese el número 71 que los deportivistas encajaban. Trigueros marcó el 0-2 en otra dimisión colectiva y el 0-3, de nuevo de Castillejo, retrató la falta de intensidad defensiva.

El Dépor, que se retiró al descanso abroncado, trató de maquillar su paupérrima imagen en el segundo acto. Contó con la colaboración de un Villarreal que enterró el hacha de guerra. Los coruñeses unieron a Bakkali a su tridente de ataque e inclinaron el campo sobre la meta de Asenjo, quien salió con nota de Riazor.

El gol del honor deportivista llegó al filo de la hora de juego. Asenjo despejó un disparo de Juanfran que se envenenó tras golpear en Costa. Al saque de esquina, Lucas tocó y Valle remachó. Fue el segundo gol del berciano tras aquel de San Mamés y, por momentos, el equipo local hasta embotelló a los amarillos. Los últimos minutos se consumieron entre el debut de Mujaid, que actuó de lateral derecho y se ganó aplausos en una buena carrera, el segundo gol de Valle en un error visitante al tirar el fuera de juego y el 2-4 de Cheryshev en la última acción del partido.