El presidente recibió el apoyo del 99,8 % del capital representado en una asamblea en la que se aprobaron unos beneficios de 2,42 millones de euros y un presupuesto para este ejercicio de 35,6
29 nov 2018 . Actualizado a las 17:42 h.Más de 1.500 accionistas entre asistentes y representado (1.548), con un capital de más del 31,8 % del total, participaron ayer en la junta general de accionistas del Deportivo, la segunda de este año después de la reelección del consejo de administración de Tino Fernández el pasado julio. Como estaba previsto, el presidente y sus consejeros volvieron a gozar de un respaldo casi total a su trabajo. Todos los puntos del orden del día, donde se repasaba la gestión de la pasada temporada y el presupuesto de la que está en curso, fueron aprobados casi de forma unánime, con el 99,8 % de las acciones. Fue así una jornada plácida en el auditorio de Afundación, en el Cantón Grande de A Coruña, donde los actuales rectores del club expusieron su balance.
Con este respaldo social, el Deportivo aprobó unas cuentas que reflejan un superávit de 2,42 millones de euros y un presupuesto de cara al próximo ejercicio de 35,6 millones, apenas la mitad de la temporada pasada, pero mitigado por el seguro de descenso, que supondrá casi el 40 % de los ingresos. El consejero del área económica, Enrique Calvete, destacó la amplia base social del Deportivo y una deuda muy bien estructurada como pilares de un club que, recordó al leer el informe de auditoría, se encuentra en causa de disolución con 73,9 millones de patrimonio negativo.
Rifirrafe
Pero el plato fuerte de la junta llegó en el enfrentamiento entre Tino Fernández y Miguel Otero. El accionista, que llegó a postularse como aspirante en el período electoral del pasado verano, aunque finalmente no presentase su candidatura, reveló que el próximo martes se celebrará la vista previa de la impugnación de la asamblea de accionistas que el pasado julio permitió a Tino Fernández renovar como presidente. Otero llegó a acusar al actual consejo de administración de borrar accionistas de su listado en una afirmación que provocó el encendido enfado del presidente. «No se puede ser más sinvergüenza. Es usted un mentiroso enfermo. Cómo puede decir eso. Está mal de la cabeza. Eso no se le puede decir a nadie. Es una acusación enormemente grave», le contestó.
El rifirrafe entre Fernández y Otero también abarcó acusaciones cruzadas entre posibles irregularidades en sus empresas. El presidente negó que fuese el mayor accionista del Deportivo y, acerca de las preguntas de Otero acerca de Voxleo, propiedad del presidente como máximo accionista del club, explicó: «Por culpa de personas como usted y de pancartas en Alfonso Molina tuve que retirar a Altia de todos los temas deportivos que tenía y dejar de patrocinar al Básquet Coruña, al Liceo, al Ural... Y compré esas acciones con mi empresa, que está dada de alta desde el 2007, que tiene trabajadores y está auditada por una de las auditoras más importantes del mundo, Deloitte. Tengo 610 acciones y cada uno de mis cuatro hijos, 20. Usted mismo tiene una con cero empleados y que creó cuando era consejero del Lugo. Prefiero no decir lo que pienso de eso».