Los extremos se tocan en Riazor

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

El Dépor, máximo anotador, aspira a volver a ganar como local y encaramarse al ascenso directo frente al Nàstic, colista y el que menos goles ha marcado

16 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Al Deportivo le toca ganar, convencer y quién sabe si hasta asaltar el liderato en el partido de esta tarde contra el Nàstic. Con este objetivo, los coruñeses deben recuperar el ritmo de triunfos en Riazor, donde los rivales de medio pelo, y sobre todo los necesitados de un empujón para resurgir, han encontrado a menudo bálsamo. La abismal diferencia en la clasificación entre uno y otro (terceros los blanquiazules, colista el equipo de Tarragona) encuentra el principal argumento en su acierto delante de la portería rival.

Tras veinticinco jornadas, los jugadores entrenados por Natxo González se destacan como los más anotadores. Han marcado 36 goles, los mismos que el Albacete, su predecesor en la tabla, mientras el Nàstic es el que menos, con 14. El acierto atacante de los deportivistas descansa en buena medida en las cifras de Quique, autor de once goles y firme candidato a acabar como máximo goleador de Segunda. A su rebufo, los siete de Carlos Fernández o los cinco de Borja Valle, mientras Cartabia y Christian Santos apenas llevan dos. No hay más que decir sobre el ataque del adversario coruñés que entre Quique y Valle, ambos presumibles titulares esta tarde, llevan más goles.

Bajas

El pucelano marcó en Granada su primer gol de jugada desde la goleada al Oviedo. En realidad, no tuvo más que recoger el rechace de la presión de Cartabia y fusilar la portería, pero la diana debe servir de catarsis al delantero, más ansioso por marcar en las últimas jornadas de lo que sus cifras globales aconsejaban. En esta minicrisis anotadora, Valle y Santos habían tomado tímidamente el relevo anotador de su compañero, pero el Dépor supo apelar a la solvencia defensiva para no sufrir males mayores. En cualquier caso, la preocupación deportivista de hoy vuelve la vista a las bajas (seis: los lesionados Carlos Fernández, Vicente Gómez, Krohn-Dehli y Mosquera, así como Nahuel y Duarte, por sanción) y a la escasez de variantes en el mediocampo, donde el entrenador se ha visto obligado a convocar a dos fabrilistas, Segado y Montiel.

Si el Nàstic, entrenado por Enrique Martín, un veterano con más de 400 partidos en Segunda, pretende recuperar el terreno perdido con sus rivales (está a seis puntos del decimoctavo, el Lugo) y soñar con la salvación debe empezar por encontrar el camino del gol. En el reciente mercado, el club grana, donde milita Pol, el hermano de Gerard Valentín, cambió a la mitad de sus delanteros centro. Se fueron el gallego Manu Barreiro y Manu del Moral, y su lugar lo ocuparon el macedonio nacionalizado finlandés Berat Sadik y el sabadellense José Kante. El primero todavía no ha marcado en los 138 minutos que ha jugado, mientras el atacante cedido por el Legia de Varsovia espera poder debutar en Riazor. En cualquier caso, esta tarde el titular podría ser el colombiano de 21 años Luis Suárez, con ficha del filial, pero autor de 3 goles. En Tarragona se quedó lesionado Ikechukwu Uche, que había llegado a España en el 2001 para deslumbrar en el Racing de Ferrol y hasta se paseó por Europa con el Villarreal, pero ahora no levanta cabeza. Como su equipo, que quiere salir a flote en Riazor.

El mediapunta que debutó con 17 años en el Bernabéu

Quizá a la segunda llegue la vencida para Jonathan Montiel (Madrid, 1998), que también figuró en la convocatoria hace quince días contra el Tenerife, pero finalmente ni siquiera se sentó en el banquillo. Ahora todo apunta a que entre él y Segado se encontrará el descarte final de Natxo González, quien se refirió así a este mediapunta que con solo 17 años había debutado con el Rayo en el Bernabéu de la mano de Paco Jémez: «No podemos pedir que los chicos nos cambien el partido. Quizá Montiel sea de ese tipo de jugadores que te pueda generar ese desequilibrio. En la zona de creación no tenemos más, es difícil».

 De emigrar a la Liga croata, a llamar a la puerta de Natxo González

El fútbol ha cambiado en un suspiro para Arturo Segado (Andújar, Jaén, 1997), quien ha pasado de marcharse a principio de temporada a un equipo satélite del Alavés en la Liga croata, el NK Istra 1961, a reforzar al Fabril en el mercado de invierno y ser llamado por el primer equipo debido a la plaga de bajas. Formado en la cantera del Málaga, más que mediocentro puro, su posición ideal es la de interior o centrocampista creativo en un doble pivote.