Koné es casi el único síntoma positivo en un equipo que sigue sin gobernar
los partidos, pese al nuevo sistema y los tímidos parches en defensa
04 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.
El Deportivo consumó el primer tercio de Liga como colista y con apenas un triunfo en el casillero. Ni los números ni las sensaciones pueden ser peores en un equipo que ya ha consumido un relevo en el banquillo, pero sigue sin reaccionar más que a trompicones. El domingo (12.00 horas, Movistar LaLiga 1) frente al Elche en Riazor tendrá otra oportunidad para volver a creer en sí mismo.
Buen regreso de Koné en medio del desastre
Un gol y una asistencia se convierten en el bagaje individual del marfileño en las dos últimas jornadas, desde que se estrenó bajo la batuta de Luis César. No obstante, el liderazgo de Koné en ataque no se ha visto refrendado por las victorias (apenas dos empates) para su equipo, ni tampoco contagia a ninguno de sus compañeros, pues todos siguen ofreciendo un rendimiento muy bajo.
Sigue siendo el equipo que más encaja, pero solo dos en las dos últimas jornadas
El Deportivo ha recortado la sangría defensiva, pero continúa destacado como el que más goles encaja de la categoría. Ya son la friolera de 24 en 14 jornadas. Solo el Oviedo se le acerca en esta horrible clasificación con 21 sufridos. Desde la llegada de Luis César al banquillo son siete goles encajados en cuatro partidos, pero nada más que dos en los dos últimos. En cuanto a nombres, el regreso de Lampropoulos al once, del que ha salido Gaku, no ha cerrado todos los caminos hacia la portería de Dani Giménez.
Trece jornadas o dos meses y medio sin ganar
Hace demasiado tiempo que el Deportivo no gana. Desde que derrotó al Oviedo con un gol de Christian Santos cuando apenas faltaban dos minutos para el final de aquella primera jornada, solo ha cosechado siete empates en una nefasta crisis de resultados que lo ha convertido sin rodeos en el peor equipo de la categoría. Ahora presume de dos partidos consecutivos en que ha completado los mismos o más remates a puerta que el rival. Esto le ha valido para marcar de forma consecutiva en estas dos jornadas (su realidad es tan penosa que solo había enlazado dos partidos marcando en otras dos ocasiones esta temporada), pero en ninguna de estas dos últimas ha conseguido ganar.
El ambiente de desconfianza que envuelve al Dépor
La inercia de derrotas, malas sensaciones y negatividad va camino de devorar a un Deportivo que ya no recuerda cuándo gustó por última vez a sus aficionados. Ahora cumple cuatro jornadas como farolillo rojo de la categoría, pero lleva en posiciones de descenso desde hace más de un mes, a finales de septiembre, cuando había empatado con el Mirandés.
Sigue siendo el peor de todos fuera de casa
En ocho partidos a domicilio, el Deportivo apenas ha sumado cuatro puntos. Eso sí, los dos últimos de forma consecutiva en Santander y Fuenlabrada, lo que le ha valido para que sus cifras lejos de Riazor crezcan mínimamente y hasta iguale el número de partidos en que ha puntuado en casa y fuera. Ya son cuatro a rebufo de su estadio y otros cuatro lejos de A Coruña, pero son seis más cuatro en cuanto a puntos llevados al casillero.
Entre los discutidos fichajes de esta temporada, únicamente Peru responde
La crisis del Deportivo está desnudando la verdadera valía de la plantilla. De sus contrataciones más destacadas, solo Peru está respondiendo con cierta regularidad desde su tardío debut. Ahora un poco Lampropoulos (y con matices, porque sus errores han sido en buena medida los que han metido al Dépor en este atolladero), pero ni Gaku, ni Aketxe, ni Longo ofrecen protagonismo alguno para rescatar a sus colores del mal momento en que se encuentran.
Una plantilla que no ofrece demasiadas soluciones
La configuración del primer equipo está repleta de condicionantes. No hay extremos para llegar a línea de fondo y centrar, ni más delantero centro puro que Santos, ni desde la segunda jornada un tercer central para reforzarse en momentos puntuales, ni centrocampistas de fuerza para sostener el mediocampo, ni tampoco fabrilistas que ofrezcan un rendimiento capaz de tirar abajo la puerta del primer equipo. Luis César ha hallado el sistema que más le convence ahora mismo, el 4-4-2, pero durante las dos últimas jornadas apenas ha utilizado un número cerrado de quince jugadores.
Inicia dormido el partido y se aboca a la eterna reacción
La mayoría de los partidos del Deportivo responden a un guion que sus seguidores ya conocen: mal arranque al que luego trata de sobreponerse a contracorriente. Solo cuando encaja, el equipo coruñés espabila mínimamente, pero casi siempre resulta muy tarde.
Las oportunidades se agotan para alcanzar el objetivo
Las jornadas pasan y ningún rival se puede dar por seguro para nada, ni por el ascenso, ni únicamente por la permanencia, pero poco a poco los roles se van definiendo. El momento del Deportivo es ahora. Tras partidos seguidos frente al Málaga, el las Palmas, el Almería o el Girona, estos entre los principales techos salariales de Segunda División, el calendario da una cierta tregua a los coruñeses, con cuatro rivales de la zona media baja de la clasificación durante el próximo mes de Liga.