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Tras casi tres meses sin triunfos, Luis César ansía la victoria ante el Elche
09 nov 2019 . Actualizado a las 22:37 h.El deportivismo asume ya muchas cosas. Empieza a digerir que el ascenso está cada vez más lejos, se acostumbra con resignación pasmosa a que el tópico de que no hay rival pequeño es una realidad aplastante y aguanta estoicamente el farolillo rojo bajo la lluvia. Pero metidos de lleno en la decimoquinta jornada de Liga, la gente necesita un respiro.
No solo el deportivismo, todos necesitan un poco de agua en medio del desierto de fútbol y resultados. La afición, el equipo y también Luis César, que aún no ha cumplido un mes en el cargo pero ya expresa en público que el único bálsamo serán los tres puntos. «Quiero ganar ya. Me está costando, se me está haciendo de rogar la primera victoria con el Deportivo. Los chicos llevan más semanas que yo sin ganar y estamos todos deseando tener una semana tranquila. Ganar y ver lo que pasa por la tarde. Claro que lo estamos deseando», reconocía ayer el técnico desde Abegondo. Para conjurarse antes del duelo, el arousano ha llamado a 20 futbolistas a concentrarse. Tendrá que hacer dos descartes para cumplir con los 18 que marca la norma.
Somma es la gran novedad en la convocatoria pero, aún renqueante después de dos meses y medio de baja, tiene muchas posibilidades de ser uno de los futbolistas que vean el partido desde la grada. El otro descarte es la gran duda. Beto da Silva tiene todas las papeletas, aunque solo sea por costumbre, pero la suplencia más que probable de Longo y la escasez de defensas podría hacer que la cuerda se rompiese por la parcela atacante. Todo en medio de la tormenta desatada por Christian Santos clamando por más minutos. El venezolano no se ha perdido ni una sola cita y, en caso de ser el elegido, al encargado del banquillo blanquiazul le costaría justificar que la decisión no sería un castigo.
El Elche, uno de los mejores equipos lejos de su estadio, será el rival a batir. El Elche y la ansiedad, porque otra de las obsesiones de Luis César para tratar de confirmar una recuperación que solo se intuye es que el equipo sea capaz de gestionar el nerviosismo. «El partido no acaba en el minuto uno ni en el cinco, el partido dura noventa minutos. Tenemos noventa minutos para vencer al contrario», se concienciaba Luis César antes de repetir hasta tres veces en la misma frase que el duelo ante los ilicitanos es «muy importante».
Galán o Mujaid
El lateral derecho será un experimento. Luis César ha preferido improvisar un carrilero antes que apostar por Valín, el relevo natural en el Fabril de los ausentes Eneko Bóveda (sancionado) y David Simón (lesionado). El entrenador optó por darle el peto a Mujaid en el último test de Abegondo, pero no quiso resolver quién será el sustituto de Bóveda este mediodía. «Tengo que hilar fino y pensar esta tarde. Hilar las virtudes de Mujaid y las virtudes de Borja Galán, los defectos de uno y de otro, a quién se van a enfrentar... Uno de los dos va a jugar», desveló Luis César.
Por el resto, poca dudas. El arousano comienza a tener claro quiénes son sus hombres de confianza. Jovanovic y Koné, dos de los futbolistas que han brillado -dentro de lo que es brillar en este Deportivo- seguirán siendo de la partida y Mollejo apunta a titular en detrimento de Valle. Aketxe recuperará su puesto en el once y Lampropoulos, que ha vuelto a ser llamado por Grecia, volverá a encargarse de poner experiencia a la -más que nunca- joven defensa del Deportivo.
Juventud frente a veteranía. Nino, a sus 39 años, liderará el ataque visitante en el que se está destacando Yacine Qasmi. El marroquí, canterano del PSG, aterrizó en Elche en el invierno pasado tras la traumática baja de Sory Kaba y ha arrancado en esta Liga sumando ya cinco tantos.
El Deportivo busca la vacuna para el balón parado del Elche, una de sus especialidades
Ayer, Aketxe se dedicaba a colgar un balón tras otro a sus compañeros desde una de las esquinas del campo 1 de Abegondo bajo la atenta mirada de Luis César. La baja de Eneko Bóveda no solo obliga a la reconversión de un futbolista, resta también contundencia aérea a un equipo que sufre cuando la pelota está parada.
«El balón parado hace ganar partidos», reconocía ayer el entrenador del Deportivo al ser preguntado por ese trabajo específico durante la semana. «A mí ya me ha complicado la vida en Las Palmas en la primera jornada. Con el Málaga, también me ha puesto en problemas el balón parado. Sé que hace daño porque es el único momento del juego en el que el rival puede meterte cinco o seis delanteros», argumentaba el entrenador.
No es para menos. De los quince goles que ha sumado el Elche esta temporada, diez han llegado desde jugadas a balón parado. Los de Pacheta sacan el máximo partido a la estrategia. Cuentan además con jugadores que superan el metro noventa y jugadores menudos con gran remate como Nino. De hecho, de los cinco goles que los alicantinos han marcado en juego dinámico, tres han sido de cabeza. «Al final, al cabo de un año, más del 25 % de goles son a balón parado, y eso da puntos», decía Sampedro. Enfrente estará el mejor ejemplo.