El Huesca sabe ya que el central desea completar en el Deportivo su curso de cesión, mientras el club coruñés negocia también con el Göztepe por Borges
07 ene 2020 . Actualizado a las 19:33 h.Está mucho más difícil lo de Turquía, pero lo de Huesca tampoco es sencillo. En ambos casos pesa la voluntad de los jugadores, aunque su valor difiere en relación a la situación contractual y lo invertido. Pablo Insua y Celso Borges comparten las ganas de retornar a un conjunto en el que se sintieron importantes y una ciudad que adoran; su intención la conocen en el Deportivo a través de la respuesta positiva que recibieron en el club coruñés desde el primer contacto. Un «sí» que solo dio luz verde a negociar la parte más difícil: sacar al central y al mediocentro de los equipos en los que militan.
El zaguero eligió retornar al conjunto aragonés el pasado verano, después de haber visto cómo su primer curso a préstamo en El Alcoraz, el 18-19, se interrumpía bruscamente debido a una grave lesión de rodilla. Cuando se produjo, hace casi un año, en Montilivi, el futbolista de Arzúa se había ganado la condición de indiscutible en los planes de Francisco. Nada que ver con lo que ocurre ahora.
Insua prorrogó su estancia en el Huesca, cedido por el Schalke, insatisfecho con la propuesta que le llegaba desde A Coruña, donde realizó buena parte del trabajo de recuperación tras la rotura de cruzado. El Dépor mostró intención de recuperarlo, pero lo hizo con la boca pequeña y fue la entidad oscense la que pujó más en serio. Por eso el jugador formado en el Fabril se comprometió por otro año con el equipo que esta temporada dirige Míchel. Entonces, los recursos en la zaga aragonesa eran muy escasos; tanto que en la jornada 2, para recibir a los de Anquela, un joven del filial completó la pareja de centrales junto a Pulido. Nada que ver con lo que sucede ahora, con el portugués Josué Sa y el croata Datkovic peleando por acompañar al capitán y cerrando el paso a Insua. Desde que superó su lesión, ya hace dos meses, el arzuano solo ha jugado en Copa.
En ese encuentro, frente al Langreo, disputó 86 minutos y recuperó sensaciones, confirmando estar en disposición de jugar sin mayor problema. El Dépor está interesado en ofrecerle un lugar donde seguir demostrándolo. Pese a que cuenta con hasta siete candidatos a la plaza de central (Somma, Lampropoulos, Montero, Mujaid, Nolaskoain, Bóveda y Bergantiños), Fernando Vázquez recibiría con satisfacción el fichaje de un zaguero al que convirtió en referente del conjunto con el que ascendió en el 2014. Entonces, Insua se volvió indiscutible, relativizando su bisoñez y falta de experiencia en la categoría, y participó en cuarenta partidos.
La salida del técnico de Castrofeito cortó la progresión del central en A Coruña y su falta de oportunidades en Primera le llevaron a firmar por el Leganés, donde destacó lo suficiente para llamar la atención del Schalke. En Alemania, sin embargo, una pericarditis lastró su adaptación y acabó deparando su salida a préstamo al Huesca para sufrir allí un nuevo contratiempo físico. Superados todos los males, Pablo Insua considera que ha llegado el momento del retorno para volver a ponerse a las órdenes del técnico que más partido le sacó.
En El Alcoraz ya conocen sus intenciones, pero se resisten a facilitarlas. Consideran que el jugador aún podrá resultar muy útil en la lucha por el ascenso ahora que está completamente recuperado. La voluntad del defensa, de 26 años, es muy clara: quiere completar en A Coruña su campaña a préstamo y en verano será el momento de plantearse su futuro en el Schalke, donde tiene contrato hasta junio del 2021. La negociación podría resolverse en los próximos días.
Menos tiempo del que requerirá reclutar de nuevo a Celso Borges. El tico, que también ha mostrado un claro interés por regresar al Dépor, confía en que desde el club blanquiazul convenzan al Göztepe para que asuma una parte de su ficha. Aunque el centrocampista está dispuesto a rebajar notablemente su sueldo, la diferencia entre lo que percibe en Turquía y lo que ganaría en Riazor es enorme, por lo que es indispensable que el actual poseedor de su pase (tiene contrato hasta el verano) colabore para facilitar la salida de un jugador con el que no cuenta.
Además, habría que encontrarle equipo a Beto da Silva, quien ocupa (junto a Gaku) una de las dos plazas de extracomunitarios que pasaría a emplear Borges.