«Nos van a ver volver»

TORRE DE MARATHÓN

Eduardo Pérez

7.569 espectadores presenciaron el partido; «Estaría encantado de que Riazor fuera el estadio de la Copa», dijo Manu Sánchez

11 feb 2020 . Actualizado a las 23:58 h.

Un martes y a una hora en la que todavía no habían cerrado los comercios. Una fecha prohibitiva tanto para los niños más pequeños como para los muchos aficionados al fútbol femenino de fuera de A Coruña. Y además con lluvia y una noche completamente desapacible. Pero, con todo, Riazor se volcó con su equipo femenino y registró una meritoria entrada: 7.569 espectadores (entre ellos, una gran representación del primer equipo masculino). Los cinco mil primeros se llevaron de premio las bufandas del Deportivo Abanca que lucieron con orgullo durante el encuentro. Aunque no estaba previsto, finalmente el club abrió también Preferencia Superior para paliar los efectos de la lluvia (la grada inferior no tiene protección).

Y el ambiente fue espectacular. La grada estuvo muy metida en el encuentro y coreó los cánticos habituales del equipo masculino. Aunque en esta ocasión, el «nos van a ver volver», tenga otro tipo de mensaje adicional.

Aplaudido plante

Además, Riazor ovacionó a las jugadoras de los dos equipos por el plante reivindicativo durante los primeros 30 segundos, con el que protestan para que se firme el convenio colectivo de fútbol femenino.

Manu: «Estaría encantado de que Riazor fuera el estadio de la Copa»

Manu Sánchez estaba inquieto en la previa. Sentía una gran responsabilidad por no fallar y así lo reconocería tras el partido: «Estaba bastante nervioso por la gente. Quería dar una buena imagen. Y gracias a dios vino mucha y pudimos hacer un buen partido. Esos momentos en los que rugió Riazor se notó y fue muy bonito», explicó. «Fue un día muy bonito para todas», agregó.

También se le preguntó al entrenador coruñés por cuándo sería el siguiente encuentro en Riazor: «Estaría encantado de que Abegondo fuera el campo de la liga y Riazor el de la copa», explicó. Un sentimiento al que ha ayudado el resultado, ya que el equipo tenía una espina clavada desde el verano: «Le teníamos mucho respeto a Riazor porque la última experiencia no había sido buena».

«Vamos a intentar seguir los pasos del Karbo», finalizó.