El conjunto blanquiazul posee varios registros a su disposición, apoyados en el mercado invernal y la labor de su técnico, aunque se ha llenado de argumentos para sostener un modelo en el que cree la plantilla
03 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Veinte puntos de 27 posibles. Todavía el mejor equipo de la segunda vuelta. O dos de nueve, como un conjunto menor. La botella blanquiazul se llena y vacía según la magnitud del corte. El vistazo más amplio, el que alcanza incluso a lo que era el Dépor antes del último cambio de entrenador, permite apreciar el contraste y el botín. El breve, que abarca las tres jornadas más discretas —dos, frente a equipos emplazados en ascenso directo o promoción—, aviva el ansia de reconstrucción.
Ahora que el plantel ha memorizado la propuesta surgen dudas sobre la conveniencia de evolucionar. No las hay entre los propios futbolistas, quienes incluso tras el peor duelo del 2020, resuelto en tablas el domingo, hicieron pública su fe. Empezó Peru Nolaskoain, en zona mixta, apuntando que se juega «a lo que el míster quiere. A lo que todos queremos», y le hizo allí mismo los coros Dani Giménez, reclamando «mantener la solidez defensiva» y desaconsejando una alteración: «No hay que mover el árbol». Digerido ya el encuentro, desde Abegondo intervino Vicente: «En los momentos que puede parecer que no nos están saliendo las cosas bien es cuando más hay que creer. No hay que perder la confianza y ser conscientes de lo que nos ha traído a esta situación: esa confianza en el sistema que hemos demostrado todos».
Fernando Vázquez dijo que solo los resultados le llevarían al cambio, y estos empiezan a darse, pero las características del próximo adversario (un Almería cuyas urgencias se ajustan al protocolo coruñés) y el vínculo entre la plantilla y la fórmula que la sacó del descenso dan margen al plan A.
Por si acaso, hay un repertorio amplio de opciones B. «Trabajamos durante toda la semana cambios de sistema y jugadores», recordaba Dani Giménez. Ensayos en la ciudad deportiva que permiten distinguir pros y contras de una posible conversión.
centrales
La densidad y Nolaskoain
El cambio fundamental que aportó el nuevo técnico en cuanto al dibujo fue el establecimiento de una línea de tres centrales. No solo dificulta el acceso al área, sino que respalda la proyección ofensiva de zagueros y centrocampistas, además de disimular lagunas propias de la bisoñez. Rebajar de nuevo a dos el eje de la defensa desnudaría a Montero y Mujaid, todavía verdes en operaciones clave como medir distancias, dominar el juego aéreo o mantener la concentración.
Perdido Somma y sin fichaje que lo supla (o evite más reubicaciones en caso de otra lesión), el esquema supone sacrificar a Peru, quien se ve más útil en la medular. Su entrenador tiene otra percepción, avalada ahora por la falta de alternativas y por las dotes del vasco para mover al equipo desde atrás. Frente al Lugo lideró el registro de distribución, con setenta pases (catorce en largo) y un 94 % de acierto, aunque sus escasos errores depararon las contras más claras del rival.
El crecimiento de Mujaid podría facilitar la rebaja de efectivos más allá de emergencias como la vivida con el 0-1 del Racing, pero el estadio de Los Juegos Mediterráneos no parece el lugar.
carrileros
La plaza con más alternativas
Para ganar presencia ofensiva sin deformar el dibujo, Fernando Vázquez ha optado (tanto en los ensayos como en los partidos) por variar de carrileros. Puesto en el que puede emplazar hasta siete de los jugadores del plantel. El domingo apostó por Vallejo, pero el futbolista prestado por el Real Madrid no se ajustó al rol. «Pensé que iba a ser extremo y al final tuvo que ser lateral», admitió el míster tras el choque. La contratación del joven andaluz y de Keko permite adoptar un sistema que priorice el juego por banda, algo que no ocurría en la anterior versión del plantel.
medular
La incógnita de Uche
Si Nolaskoain permanece en la zaga, solo queda Gaku como fijo en el centro del campo. La llegada de Celso Borges habría reforzado la opción de un trivote, pero la actual situación reduce las alternativas. La dirección deportiva apostó por Uche para la zona; el nigeriano está por fin cerca de lo que se pretende en cuanto a ritmo, le falta por demostrar su nivel en cuanto a rigor táctico y soltura con balón.
interiores y puntas
Los puestos más exigentes
Ser Çolak es más difícil en este Dépor, que exige al turco muchísimo trabajo sin pelota de por medio y le ofrece pocas alternativas por delante con el cuero en su poder. También castiga a Sabin, quien hace poco relataba ante los micros cómo debía retener la bola en lugar de recurrir al gesto más sencillo de peinarla hacia el espacio por el que correría un socio que ahora no tiene. En Abegondo se han ensayado variantes para arropar al punta, como la del Belmonte con Beauvue. El momento está por llegar.