Tras una primera parte horrible, el golazo de Sabin Merino reactivó a su equipo, que acabó empatando por medio de Peru un partido que tenía cuesta arriba

Pedro Barreiros
Redactor

El Dépor pescó un punto (2-2) con doble lectura en Oviedo. Aquellos a los que dure el horrible sabor de boca de la primera parte recordarán que acumula así seis jornadas sin ganar y continúa en posiciones de descenso. Para otros habrá que rescatar la chilena de Merino y el arranque del segundo tiempo, cuando fue capaz de igualar el choque al tiempo que hacía soñar con la remontada. El punto, eso sí, lo mantiene invicto en la reanudación liguera, igualado con el Lugo y el Oviedo, así como a tiro de piedra de otros cuatro equipos. El sábado, el Rayo, a puerta cerrada en Riazor, marcará tendencia.

Vázquez apenas retocó la alineación del pasado domingo con el músculo de Bergantiños y Mujaid, más el cambio de cromos en el lateral derecho. Además, Ba actuó esta vez de central por la izquierda y protagonizó buena parte de los desaguisados de su equipo. La primera parte del Dépor no tiene perdón. Los coruñeses, como desganados y sin idea alguna, necesitaron 22 minutos para llevar el primer balón al área del Oviedo y hasta 34 para provocar su primer córner. Así llegó el penalti que Çolak falló.

Para entonces el Oviedo no solo se dominaba en el marcador, sino que Dani Giménez se erigía como salvador en un mano a mano con Bárcenas. Poco después, en su particular festival de errores y malas decisiones, Ba convirtió en falta una carrera de Lucas y, luego, despistó el marcaje de Ortuño, que cabeceó a la red solo en el primer palo para abrir el marcador.

La presión asturiana cortocircuitaba a un Dépor que apenas sabía cómo hacer daño al rival. Lento y previsible, encima facilitaba peligrosos contragolpes a una zaga entonces transmutada en el ejército de Pancho Villa. El fallo de Çolak desde los once metros acentuó la pobrísima impresión general del elenco de Vázquez. Poco después, Tejera estrelló un zurdazo en el palo y, aún antes del descanso, tras un nuevo error de Ba, Bárcenas marcó el segundo en una falta a la que Dani Giménez no supo responder.

Hasta que el valladar de la remontada de enero y febrero salió al rescate. Sabin Merino, autor de cuatro goles consecutivos en su estreno como deportivista, arregló mínimamente el panorama cuando ya se cumplían dos minutos de prolongación. De espectacular chilena con la espinilla, marcó el 2-1 tras un centro de Salva Ruiz. El vasco cazó el despeje de Arribas para rematar acrobáticamente por encima de un sorprendido Lunin.

En la segunda parte se vio otro Dépor, y no solo por la nueva disposición táctica con solo cuatro defensas, Keko y Mollejo como extremos, más el tiralíneas de Aketxe. Los tres se aliaron para empatar el partido. En sus primeros minutos desde el confinamiento, el mediapunta abrió con pericia a la carrera de Salva Ruiz, quien a su vez habilitó a Mollejo y este forzó el saque de esquina. Otro córner que dio rédito a los coruñeses. Al saque, Keko saltó más que nadie en el primer palo y dejó solo detrás a Peru, quien empujó a la red. Faltaba media hora para alumbrar la remontada.

El partido arrancó entonces hacia un toma y daca sin mucha claridad. Solo un misil de Borja Sánchez obligó a los porteros, en este caso a Dani Giménez, a despejar a córner. Aketxe lo intentó de falta desde casi el mediocampo, mientras Uche se afanaba por tapar todos los agujeros en defensa. Ya no cometió más errores, pero tampoco se lanzó al ataque a lo loco. Un punto para seguir peleando.

En descenso por el triple empate a puntos

Los coruñeses siguen en posiciones de descenso por culpa del triple empate a puntos que protagonizan con el Lugo y su rival de ayer, al que superó en la golaveraje particular (3-2 en la primera vuelta y 2-2 ayer). El Dépor acabó la jornada como cuarto por la cola, por encima del rival asturiano en la tabla, pero por detrás del cuadro del Ángel Carro. Ambos suman 6 puntos en los duelos entre estos tres equipos, por 2 del Oviedo.

Primer partido de David Simón desde que fue operado

El lateral derecho canario, que fue operado de una pubalgia el pasado mes de noviembre, jugó ayer en el Tartiere sus primeros minutos desde entonces y lo hizo partiendo desde el once titular. El pasado domingo había figurado en el banquillo, pero no había llegado a disputar ningún minuto. Simón arrancó con ganas y hasta sus compañeros lo buscaron para conducir los primeros ataques sobre la portería del Oviedo.

Aketxe y Mollejo, fuera por primera vez del 11 de Vázquez

En el decimotercer partido de esta segunda era Vázquez, dos de sus fijos de las doce anteriores alineaciones se quedaron esta vez en el banquillo. Solo cuando Mollejo y Aketxe no estuvieron disponibles (o en aquel partido de Copa contra el Unionistas) se habían quedado fuera de los planes iniciales de su técnico. Hasta el encuentro de ayer. Ambos salieron al rescate de su equipo en la segunda parte.