El Deportivo necesita una mejoría radical

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

15 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace casi 30 años que Fernando Vázquez se mueve entre las tres primeras categorías del fútbol español, aunque alternó algunas etapas sin entrenar en la época reciente. En su hoja de servicios se encuentra de todo, también en la que le vincula con el Deportivo: no evitó el descenso cantado del 2013, ascendió con un equipo cogido con pinzas al año siguiente y otra vez propició una reacción el invierno pasado que no evitó la caída, esta vez al negrísimo pozo de la Segunda B. Pero hay algo que no funciona ahora que maneja un vestuario sobrado de talento para lo que abunda en la categoría. Y el Deportivo, con unos recursos —y unas deudas— que multiplican a los de todos sus rivales, no se puede permitir una temporada perdida. Su realidad exige una reacción, y Fernando Vázquez necesita conseguirla arreglando pronto los profundos problemas del equipo.

Hábil para buscar guiños que aglutinen a la afición a su alrededor con un discurso emocional, la temporada pasada convenció en unas semanas a la plantilla de que encerrada en su área y corriendo mucho detrás del balón tenía una opción de permanencia. Se le escapó por culpa de unas últimas jornadas desastrosas en las que, además, el temperamento se le fue de las manos hasta convertir en habitual lo extraordinario: que el entrenador —la cara más visible de un club— terminase expulsado y desterrado por sanción del banquillo, el hábitat desde el que debía ordenar a sus jugadores.

El Deportivo, gracias al enésimo guiño de Abanca al brindarle un crédito participativo primero y capitalizar su deuda por acciones después, se mueve por Segunda B con un poderío económico y futbolístico insultante. Y ese rol de dominador en la categoría es el que no ha conseguido plasmar Fernando Vázquez en casi cuatro meses con esta plantilla millonaria. Es, ahora más que nunca, un grande, pero juega como un pequeño, gana casi de milagro y depende demasiado de una cierta dosis de suerte. Le faltó fortuna contra el filial del Celta en la derrota más deshonrosa que se recuerda. Aunque cierre filas con Vázquez, y se recuerde el segundo puesto actual por culpa de una sola derrota, el consejo sabe que para ascender el Deportivo necesita pronto una mejoría radical.