Cuando Lara tira del carro del Deportivo

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

El extremo cedido por el Sevilla se redime como deportivista tras ser decisivo con dos penaltis y un pase de gol en tres de las cuatro últimas jornadas

24 abr 2021 . Actualizado a las 22:24 h.

José Lara aspira a dar continuidad a su buen momento. Redimido en las últimas jornadas tras un pobre inicio de Liga, ni más ni menos que el protagonizado por todo el equipo, el extremo endulza un final de temporada muy distinto al que soñaba con disputar. El empujón que llevó al Deportivo a mantener hasta el minuto final el pulso por la fase de ascenso, y que ahora sueña con que le guíe a concluir la temporada con dos jornadas de antelación, lleva los nombres de Miku y el sevillano. El veterano delantero ha dejado el hat trick al Celta B y otros dos goles más. Cuando Miku ha marcado, el Dépor ha sumado de tres en tres en la clasificación. A Lara, menos espectacular, le queda el protagonismo de apariciones eléctricas y fugaces, pero quizá no tan continuadas a lo largo del partido. En todos los lances combinó sus mejores virtudes: calidad en el toque y velocidad. Sin ir más lejos, el pasado domingo contra el Numancia completó su particular tridente de situaciones decisivas en las cuatro últimas jornadas.

El sevillano, que se perfila titular en un partido que solo en caso de triunfo del Dépor y derrota del Numancia daría ya a los coruñeses el acceso a la Primera Federación, recibió en corto un córner y puso el centro que Borges convirtió en el primer gol de estrategia del Dépor en muchas lunas. «Un caramelito»: así describió Rubén de la Barrera la comba que el extremo sirvió a la cabeza del costarricense.

Dos jornadas antes, en el comienzo de la segunda fase, el dorsal diez había sufrido el penalti que resolvió la visita que el adversario de hoy hizo al estadio de Riazor. Lara voló por la izquierda y la defensa del Marino solo lo pudo detener en falta cuando acababa de pisar el área. Miku transformó la pena máxima.

No era la primera que Lara sufría en los últimos tiempos. Al cierre de la primera fase en Riazor, y como colofón a otra buena internada por la izquierda, la defensa del Zamora no halló otra manera de frenarlo. El lanzamiento desde los once metros, obra de Borja Galán, supuso el 2-0 definitivo.

La mejoría de Lara se había originado en el momento más imprevisto. A mediados de febrero, cuando iba a ser suplente contra el Guijuelo, sustituyó a Miku tras el calentamiento y solo tardó 26 minutos en abrir el marcador. Fue la primera victoria con Rubén de la Barrera en el banquillo. El Dépor se quitó su negra sombra y el sevillano pasó página de un triste tramo inicial de Liga coronado por la tarjeta roja que vio en Pontevedra. Se había perdido el punto y final de la etapa de Fernando Vázquez, con quien había pasado de indiscutible a suplente.

 

Nada más vestirse el chándal, De la Barrera se agarró a Lara y el sevillano, que cumplió 21 en marzo, le ha acabado respondiendo. Ya solo le falta dar un nuevo estirón para acabar con un aprobado su temporada en A Coruña, la primera lejos del club que lo amamantó: que su condición de decisivo no se limite a la verde pradera de Riazor, sino también al barro y la lluvia de otros campos y que hoy, a buen seguro, le espera en Miramar.

Alineaciones

Marino: Aramburu, Borja Álvarez, Morilla, Trabanco, Miguel Prado, Guaya, Alberto Lora, Luis Morán, Orviz, Alex Arias y Enol o Mendi.

Deportivo: Lucho García, Bóveda, Mujaid, Granero, Salva Ruiz, Álex Bergantiños, Keko, Borges, Villares, Lara y Miku.

Árbitro: Miguel Sesma Espinosa (Comité riojano).

Horario: 17.00, Footters.