Las bandas del Dépor, para quien las trabaja

TORRE DE MARATHÓN

Víctor García trata de avanzar ante la defensa del Bilbao Athletic
Víctor García trata de avanzar ante la defensa del Bilbao Athletic César Quian

Héctor Hernández y Víctor García responden brillantemente a la alta exigencia del planteamiento de Borja Jiménez con sus laterales

29 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La medida la dan los ausentes. No jugó Diego Aguirre. Volvió al banquillo, una semana después de haber gozado por fin esa titularidad a la que aspiraba desde el arranque de la campaña, cuando el once del Dépor parecía destino natural para uno de los mejores carrileros del curso pasado en la categoría. Tampoco jugó Trilli. Él sí había estrenado sobre el césped la 21-22, destacado representante de una cantera que es el alimento del futuro en A Coruña. El club era tan consciente de su proyección que ante la baja de Jorge Valín y su presumible falta de peso en el nuevo proyecto, se limitó a incorporar con ficha para un año a Alberto Benito. Ambos, el coruñés y el nuevo, fueron los únicos descartes de Borja Jiménez para recibir al Bilbao Athletic. Ni así recuperó Trilli el puesto perdido tras lesionarse con la sub-19, a la que había llegado por fenomenal rendimiento.

Mientras el todavía fabrilista (por ficha) se recuperaba, Borja se fabricó un lateral con los mimbres de un extremo. Y ahí lo tiene, ejerciendo por turnos de lo que es y de lo que era. Víctor García ha sido capaz de darle la réplica a Héctor Hernández y eso coloca a ambos a un nivel difícil de prever durante la pretemporada. El zurdo consumió la fase preparatoria emitiendo señales preocupantes sobre el campo mientras sacrificaba parte de su sueldo y adquiría peso en el vestuario. El diestro fue casi el último recurso para saciar al míster, ansioso por ampliar el repertorio en los costados del frente de ataque. Hoy no hay un dúo de carrileros con mayor impacto en los equipos del tercer peldaño.

Estaba al corriente De la Sota. «El Dépor te va hundiendo y luego busca profundidad con sus laterales», desgranó tras el partido. Conocía el percal el técnico del Bilbao Athletic, pero el estudio no le salvó del empate, urdido de banda a banda y consumado en propia puerta.

Los mejores (junto a William) en un día tonto del Deportivo se dieron un homenaje en el 1-1, pero ya antes rozaron el gol, por cuenta propia o ajena. Héctor lo buscó afinando centros medidos. Al primero le faltó rematador; al segundo, mejor puntería de Miku. En el tercero apareció Víctor, que traía ensayada la acción desde la media hora de partido. Entonces el cuero lo había servido Juergen y en el intento de prueba no hubo pierna del adversario que colaborara para traspasar la línea de meta. Anticipo del premio a dos futbolistas felices en este esquema: sus bríos cuentan con el respaldo de un ancla en la medular y el espacio que vacían los extremos. Toda la banda para quien se la trabaja.