Las dos penas máximas no pitadas este domingo se unen a una que le hubiera dado el triunfo en Santander y otra contra el Zamora
30 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.«Después de catorce jornadas no hemos tenido mucha suerte». Sin poner el dedo en la llaga, Borja Jiménez reveló al término del espeso partido de este domingo en Riazor el estado de ánimo del vestuario deportivista, que ya ha visto volar cuatro posibles puntos por penaltis no pitados a su favor. Las gotas que colmaron el vaso llegaron en esta última jornada, cuando Álex Bergantiños en la primera parte y William tras el descanso sufrieron sendas faltas en el área que el árbitro no señaló. Anteriormente, en los encuentros contra el Racing de Santander y el Zamora, también sucedieron dos polémicos lances que deberían haber acabado con lanzamientos desde los once metros a favor del Deportivo. Los dos puntos escatimados contra el Bilbao Athletic se unen así otros dos más que el equipo coruñés debería haber sumado en El Sardinero, pues el choque contra el Zamora finalizó igualmente con victoria blanquiazul por 1-0.
Sin penaltis a favor ni en contra en las catorce jornadas disputadas por el Dépor, las dos polémicas del flojo partido de este domingo dolieron especialmente, porque le hubieran dado el triunfo y ampliar aún más su ventaja al frente de la clasificación. En el minuto 12, tras el rechace de un córner, Miku se abrió a la banda y puso un pase bombeado en profundidad al desmarque de Bergantiños. Pero el capitán, que trataba de controlar el balón con la cabeza, cayó en el área empujado por Jaso, que estiró claramente el brazo para derribarle. Ya en la segunda parte, en el minuto 55, William, tras regatear a Álvaro Núñez, entró en el área e hizo un segundo contacto con el balón hacia dentro con el interior del pie, justo cuando lateralmente le abordó Artola y le arrebató la pelota tras derribarlo. El colegiado Román Román dejó seguir ambas jugadas, pese a las reiteradas protestas.
No es la primera vez que el Deportivo se siente perjudicado por las decisiones arbitrales en esta temporada. En la novena jornada, en la visita al Racing de Santander, Víctor García sufrió otro claro penalti cuando apenas se cumplía el primer minuto. El lateral penetraba, como si practicase un veloz eslalon, por el pico del área local, pero fue derribado rodeado de rivales. El árbitro Usón Rosel no pitó nada. Aquel partido acabó con el 0-0 inicial.
A la jornada siguiente, en Riazor contra el Zamora, el protagonista fue Héctor Hernández. William centró al área, donde llegaba el lateral zurdo desde atrás y, cuando iba a atacar el balón, que botó en el césped, el visitante Parra levantó muchísimo el pie en su afán de despejar y le golpeó en la cara. El colegiado Alemán Pérez mandó seguir.
Los cuatro lances hubieran supuesto cuatro penaltis a favor del Deportivo, que se hubiera encontrado en disposición de sumar cuatro puntos más a los 30 que actualmente acumula en la clasificación: los dos de este domingo se hubieran añadido a los dos de aquel partido frente al Santander. El equipo coruñés alcanzaría los 34 puntos y aventajaría a sus inmediatos perseguidores en nada menos que siete puntos. Todo un espaldarazo en su pugna por el ascenso directo.