El primer ochomil de Miku, cazar el pichichi de la Primera RFEF

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

Con seis goles el delantero del Deportivo se hace hueco entre los mejores pistoleros de la categoría, a solo un tanto de los que marcó durante toda la temporada pasada

17 dic 2021 . Actualizado a las 20:19 h.

Como en esas aventureras escaladas en pos de los catorce ochomiles que rascan el cielo desde la tierra, Miku afronta en estas jornadas el último esfuerzo para coronar su primer desafío personal: superar los siete goles con que acabó la horrible temporada pasada. Pero se le está resistiendo más de la cuenta. Marcó el sexto hace un mes en Majadahonda, y, por primera vez en este curso, se ha pasado tres jornadas seguidas (contra el Bilbao Athletic, el derbi de Ferrol y el pasado domingo frente al Valladolid Promesas) sin anotar. Es más, en alguna, como el partido contra el Racing, ni tan siquiera remató a puerta.

El venezolano culminó la espantosa última campaña con siete goles, la desazón de haber quedado muy lejos del objetivo colectivo y las dudas sobre si, con 36 años, su rendimiento personal volvería a ser el que fue. Pero, como el fútbol siempre da revancha a los valientes, no dudó en sumarse de nuevo al proyecto blanquiazul y, a punto de culminar los cuatro primeros meses de campeonato, se está erigiendo en uno de los mejores pistoleros de la categoría y protagonista de la buena marcha de un Deportivo que aspira el domingo (18.00 horas, Footters) en León a enlazar la décima jornada sin perder y ampliar aún más su ventaja al frente de la Primera RFEF.

El delantero se enfrentará a la Cultural después de acribillar a remates al filial pucelano en Riazor, pero sin suerte a la hora de marcar. Sí que participó directamente en los dos goles anotados por Quiles: el primero, cuando al contragolpe levantó la cabeza y vio al andaluz completamente desmarcado en el segundo palo; el segundo, ya en el segundo tiempo, tras rematar de cabeza un nuevo centro medido de Héctor Hernández, su mejor socio. Pero su contribución al festival ofensivo del Deportivo, que tras el 3-0 dispuso de oportunidades para golear a un adversario entregado, no acabó ahí. Un repaso a su partido destaca otras tres ocasiones claras en las que acarició la diana, pero unas veces el portero (como en el cabezazo franco de la primera parte en que Samu Casado hizo la estirada del partido; o, ya en la recta final, tras la jugada de Yeremay el remate esquinado que el meta despejó a córner) y otras la mala fortuna (en la segunda parte, tras la jugada por la línea de fondo de Soriano se sacó un remate a la media vuelta que tropezó en Quiles y no entró de milagro en la portería) impidieron que alumbrase el ansiado séptimo gol de su cuenta. La visita al estadio Reino de León se convierte en otra oportunidad para hollar la primera cima de Miku.

Doncel, Trilli, Granero y De Vicente piden paso tras su buen papel en la Copa

El paso del Deportivo por la Copa dejó dos buenos partidos que han reforzado la moral del vestuario, así como la confianza de la hinchada en su equipo. Dos factores muy necesarios de cara al tramo decisivo del calendario que ya se avecina. Pero, sobre todo, ha reivindicado el papel de jugadores postergados a un rol secundario por el buen desempeño de los habituales en Liga, pero que en las eliminatorias frente al UCAM y el Osasuna destacaron.

Si la aparición de Yeremay en Murcia ha encarecido la presencia en los extremos del Deportivo, frente al Osasuna Doncel, otro jugador de banda, mostró su mejor repertorio de desmarques y atrevimiento, culminados por un golazo de falta directa. En ese mismo costado, Trilli también dejó pinceladas del jugador que maravilló durante la pretemporada y el estreno liguero. Sus constantes apariciones en ataque y el despliegue físico que mostró borraron los nervios iniciales.

Junto a estos, Granero y De Vicente también llaman a la puerta de gozar de más minutos en Liga. En el caso del central, su serio partido se une al notable rendimiento que había protagonizado frente al filial del Valladolid. En el caso del centrocampista, el Dépor tiró de su visión de juego y sentido táctico para comprometer en muchos minutos la superioridad física del Osasuna.