El Deportivo cuelga el no hay billetes contra el Castilla

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

Agotadas las localidades para el trascendental encuentro del domingo en Riazor, en el que se buscará alcanzar la mejor entrada registrada en la categoría

10 mar 2023 . Actualizado a las 20:07 h.

A la hora del almuerzo quedaban cincuenta localidades a la venta. Ninguna aguantó en taquilla hasta la cena. El Deportivo colgó el cartel de no hay billetes con un día de antelación respecto al trascendental encuentro que traerá al Castilla a Riazor. Una cita en la que se buscan tres puntos clave y devolver al campo coruñés el récord de asistencia en la categoría, arrebatado el pasado fin de semana por un Murcia que tiró los precios para reunir a 27.831 hinchas en la Nueva Condomina. Asientos disponibles por un euro como reclamo efectivo ante la visita de otro filial (el Barcelona Atlètic), superando en 600 asistentes a los que el 11 de junio del 2022 contemplaron desde la grada el doloroso revés del Albacete, en el último cruce de la promoción de ascenso.

En la actual campaña, el estadio blanquiazul tiene su récord personal en los 23.745 aficionados que se concentraron para recibir al Unionistas y presenciar el retorno de Lucas Pérez. Habrá más mañana a las 19 horas, cuando arranque el choque con el equipo B del Real Madrid. Encuentro para el que se han vendido 8.314 entradas y en el que se espera a gran parte de los más de 25.000 aficionados con los que cuenta el club.

«Esto es algo que para nada normalizamos —aseguraba el jueves Roberto Olabe—. Le damos una importancia infinita. No solo en este partido, en todos. Es algo que comentamos entre los compañeros y que hace al Deportivo especial. Estamos contentos por las ganas que demuestra cada fin de semana nuestra afición, nos aporta mucha energía».

Las palabras del centrocampista encontraron eco un día más tarde en las de su entrenador: «Lo que sentimos es que ese clima, ese ambiente que se genera en el estadio, es para nosotros, porque somos todos de la misma familia. Cuando saltas al césped y miras a la grada el color que ves es blanquiazul, como el que se ve dentro del campo. Y esa energía nos llena de manera positiva, solo hay que ver los resultados. Todos destacan que en casa somos un equipo muy difícil de batir, porque estamos alineados. Nuestra afición nos quita estrés porque viene a disfrutar de su equipo y tiene el mismo deseo que los jugadores».

El entrenador del conjunto coruñés descartaba así que la presencia masiva de hinchas del equipo en las gradas pueda añadir presión a sus futbolistas. «No puede ser una losa, van todos con nosotros —recalcaba—. Llevan nuestra camiseta y comparten nuestros objetivos. Lo que a los profesionales no nos gusta es un estadio vacío. Estos factores que tienen que ver con un club grande nos suponen un extra siempre».

Aunque tampoco considera el míster que vaya a pesarle en exceso al rival: «En Córdoba también hubo una entrada muy buena y el Castilla hizo un partido excelso, durante muchos minutos fue superior». En El Arcángel caben 22.000. En Riazor serán muchos más.