Olabe pide perdón por su expulsión y pagará los desperfectos que ocasionó en el estadio Reina Sofía

La Voz

TORRE DE MARATHÓN

Roberto Olabe, tras la falta que derivó en su expulsión
Roberto Olabe, tras la falta que derivó en su expulsión Manuel Laya

Es la quinta expulsión del Deportivo en esta temporada, todas fuera de Riazor

02 abr 2023 . Actualizado a las 21:34 h.

Solo la competitividad mal entendida explica que el Deportivo sufriese el pasado sábado la quinta expulsión de la temporada, y que todas estas hayan llegado a domicilio, justo allí donde su rendimiento baja flagrantemente. En el partido frente al Unionistas, Roberto Olabe recibió dos amarillas en 51 minutos, aunque entre ambas apenas transcurrieron veinte de juego, pues la primera ocurrió a los 33, ambas por derribar a un contrario en la disputa del balón «impidiendo con ello un ataque prometedor», según el argot utilizado por el árbitro en el acta. Lo cierto es que la segunda de estas amonestaciones llegó después de dos claras faltas en el inicio de la segunda parte, cuando el jugador ya contaba con una tarjeta que debía haberle hecho recapacitar antes de cometer una nueva infracción.

Arrepentido, el mediocentro publicó una carta de disculpa. El partido, que los coruñeses acabaron perdiendo por 2-1, iba empatado (1-1) cuando el futbolista vio la roja y dejó a su equipo en inferioridad numérica. Muy enfadado, el futbolista se dirigió a los vestuarios, donde rompió la puerta de acceso. Con el paso de las horas, Olabe, más calmado, escribió en sus redes sociales: «Ayer [por el sábado] cometí un error que lamento mucho, porque perjudicó a mi equipo e hizo mucho daño a mi afición. Quiero pedir perdón. Desde una profunda reflexión personal quiero disculparme ante el staff, la afición y mis compañeros por dejarles con uno menos en un momento crucial del partido y de la competición. Lo he hecho en persona y quiero hacerlo también públicamente. Lo mismo para la gente de Unionistas; tras el partido les pedí disculpas e insisto en mi deseo de pagar los desperfectos ocasionados».

«Lograremos el objetivo»

El futbolista del Deportivo, hijo de Roberto Olabe, exguardameta del Salamanca y la Real Sociedad, entre otros, nació en la ciudad charra en 1996 porque su familia materna es de allí. «Me duele que esto ocurriera en Salamanca, ciudad con la que me une un profundo vínculo sentimental», señaló, antes de dirigirse directamente a la afición deportivista: «Y quiero disculparme de forma especial con la afición del Deportivo. Quiero que sepáis que entiendo este deporte como un compromiso, y que desde mi llegada me he entregado día a día para ayudar a lograr el ascenso. Sigo pensando que lograremos el objetivo y trabajaré, más duro si cabe, para que lo consigamos juntos. Soy una persona que no se esconde de las adversidades y asumiré las consecuencias que deriven de mis actos. Gracias por escucharme».

Al igual que las dos amarillas, el incidente de la rotura de la puerta de los vestuarios fue reflejado por el árbitro en el acta del encuentro. «Al finalizar el partido el delegado de campo, Juan Carlos Pérez Fernández, me comunica que tras la expulsión del jugador número 8 del equipo visitante, Roberto Olabe del Arco, ya en el túnel de vestuarios propinó una patada a una de las puertas del pasillo rompiéndola y siendo identificado por la Policía Nacional», escribió el colegiado Fernando Bueno Prieto.

Otras expulsiones

La de Olabe es la quinta expulsión de un jugador del Deportivo en esta temporada. Todas fuera de casa y con Óscar Cano ya en el banquillo. El pasado mes de enero, en el choque contra el Alcorcón, Ian Mackay vio la roja directa por tocar el balón con la mano fuera del área para impedir una clara ocasión de gol. En aquel momento el Dépor iba perdiendo por 1-0, y el partido acabó 3-1. En el último partido del 2022, en Ceuta, Víctor Narro, ahora cedido en el Baleares, fue expulsado en los últimos instantes (el marcador final ya no se movería: 1-2) por dar una patada por detrás a un rival «haciendo uso de fuerza excesiva», según reflejó el colegiado en el acta. En la derrota final de Badajoz (el 1-0 local llegó en el minuto 90), el Dépor jugaba con diez, porque Mario Soriano había sido expulsado por hacer una entrada a un contrario en la que el árbitro estimó «uso excesivo de la fuerza». La primera de la temporada había ocurrido frente al Castilla, cuando Adrián Lapeña vio la roja por derribar a Álvaro Rodríguez cuando este se escapaba hacia la portería. Por entonces, el Dépor ya perdía por 1-0 y así acabó el partido.