Yeremay, la magia canaria que pudo encarrilar la semifinal

Iván Antelo A CORUÑA

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

Fue objeto de un penalti no pitado por un pisotón de Calavera, que ya tenía amarilla

04 jun 2023 . Actualizado a las 23:06 h.

Yeremay Hernández ha pasado en solo unas semanas de estar a la cola de la plantilla a ser titular y el principal desatascador del Deportivo. El hombre que levanta a Riazor cada que vez que entra en contacto con el balón, lo aparta de su defensor con un toque sutil e inicia una arrancada. Ante el Castellón también fue protagonista, además de por su juego, por ser objeto de un penalti que pudo haber supuesto el 2-0 para el equipo. Un pisotón que además provocó que tuviera que pedir el cambio.

«Voy a entrenarme para ser mejor futbolista y no solo para demostrar que debo jugar». Fue la frase que Yeremay Hernández le dijo a Óscar Cano, en una conversación privada con el entonces entrenador del Deportivo. El canario apenas había gozado de presencias con ninguno de los dos primeros técnicos de la temporada, y se resignaba para trabajar en la sombra, al menos para que le sirviera a largo plazo. Su rol era tan secundario, que apenas había dispuesto de 254 minutos, al paso por la jornada 36.

Una opción de saltar al verde que le llegó con Rubén de la Barrera. El técnico coruñés le dio el peto de titular en su debut, ante el Algeciras, y el canario respondió con un partidazo, redondeado por un gol genial. Frente al Pontevedra, días después, dispuso de 90 minutos por primera vez en liga desde el Alondras-Fabril de la temporada pasada (14 de noviembre del 2021). Y Ante el Castellón fue uno de los mejores del equipo en los 65 minutos de los que dispuso. Hizo magia en la banda derecha con sus alegres unos para uno contra Manu Sánchez, al que amargó mientras estuvo sobre el campo. Puso en pie a Riazor con el cambio de ritmo que realizó en la primera mitad, que le permitió plantarse solo ante Alfonso Pastor. Su remate escorado se estrelló en el cuerpo del meta visitante.

La polémica

Pero, sin duda, la acción de Yeremay que marcó el partido fue la del minuto 61. Tras una brillante jugada individual desde la banda izquierda, Yeremay se adentró en el área y fue derribado por un claro pisotón de Josep Calavera, que llegó tarde a la ayuda de su compañero. El exdeportivista tenía una amarilla, que había visto en el minuto 21 después de otro pisotón en tres cuartos de campo, en aquella ocasión sobre su amigo Mario Soriano.

Con Riazor clamando por la injusticia, ya desde el suelo, Yeremay hizo el gesto del cambio. La entrada de Calavera había dañado su tobillo. Rubén de la Barrera reaccionó al momento y lo relevó por Kike Saverio, que ya llevaba unos minutos calentando en la banda de Riazor junto a Isi Gómez y a Trilli. Su final marcó el inicio de los peores momentos del Dépor en el partido.