El Deportivo blinda a Yeremay con una cláusula de diez millones de euros

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

El extremo amplía su contrato hasta el 2026 y, si el equipo asciende, su precio subiría a veinte en Segunda y treinta en Primera División

12 ago 2023 . Actualizado a las 12:54 h.

El Deportivo no está dispuesto a que Yeremay Hernández (Las Palmas de Gran Canaria, 10 de diciembre del 2002) se vaya de A Coruña, de momento. Y, si lo hace, el que se lo quiera llevar tendrá que pasar por caja. Pero no de cualquier manera, sino dejando millones en las arcas del club.

Así lo contempla el nuevo contrato suscrito por el futbolista con la entidad blanquiazul. Amplía su vinculación una temporada, hasta junio del 2026, con otra más en caso de que el Deportivo ascienda a Segunda División. Y el acuerdo, que supone un importante incremento económico en la ficha del extremo, lleva aplicado un considerable cambio en su cláusula de rescisión, que pasa de uno a diez millones de euros.

De esta manera, el club que desee fichar a Yeremay deberá abonar esta cantidad, salvo acuerdo con el Dépor, que no parece dispuesto a dejarlo marchar por menos. Además, esta cláusula aumentará según el equipo coruñés vaya subiendo de categoría. Si asciende a Segunda, pasará a ser de veinte millones, mientras que en el caso de alcanzar la Primera División, será de treinta. Una cantidad ya considerable para un futbolista por el que la entidad blanquiazul lleva apostando fuerte desde que era cadete.

Porque el camino de Yeremay en el mundo del fútbol y en el Deportivo no ha sido fácil. Tras fichar por el Real Madrid siendo un niño, su técnica no le fue suficiente para hacerse un sitio entre tanto canterano de la casa blanca. Con 15 años vio cómo el club de la capital de España no apostaba por él. Sí estaban dispuestos a hacerlo otros, entre ellos el Atlético. Pero el director de fútbol base del Deportivo, Albert Gil, consiguió convencerlo para que recalara en A Coruña.

En la capital herculina tampoco lo tuvo fácil. Primero, por su rebeldía e indolencia. Hasta el propio Valerón llegó a castigarlo cuando, todavía en edad juvenil, empezó a convocarlo con el Fabril. Yeremay, o Peke, como se le conoce desde niño, resultaba difícil de llevar. Era superior al resto, pero su comportamiento no iba acorde a su fútbol.

Apuesta arriesgada

«Con el régimen disciplinario en la mano, en más de una ocasión habría que haberle dado la baja. Pero esto va de fútbol y, a veces, hay que hacer apuestas arriesgadas y él tenía tanto, tanto, tanto que aportar que merecía la pena intentarlo», comenta uno de los profesionales que siguió de cerca su trayectoria en el Deportivo. Por eso, no le dieron la espalda y, por este motivo, Peke llegó a transformarse en Yeremay.

Sin embargo, en plena metamorfosis, también se encontró trabas externas. Las que le llegaron desde Riazor. Integrado en la disciplina del primer equipo desde hace dos campañas, ni Borja Jiménez ni Óscar Cano le dieron la oportunidad de mostrar todo el potencial que tenía. Pero él no desistió. Siguió trabajando y se convirtió en ejemplo de lo que un canterano debe hacer cuando llega arriba. El premio le llegó casi al final de la pasada temporada, con la llegada de Rubén de la Barrera, cuando el canario recibió la confianza necesaria. Fue titular en el redebut del técnico coruñés en el banquillo blanquiazul y él respondió con fútbol y goles. Dos, en concreto, en los cuatro partidos que disputó con el de Elviña al mando.

Tras aquel sensacional final de temporada en lo personal, que no en lo colectivo, las ofertas no se hicieron esperar, mientras Peke se preparaba duramente en su tierra, con sesiones diarias de gimnasio que compartía en sus redes sociales.

Su cláusula de rescisión de sólo un millón de euros lo convertía en pieza codiciada por algunos clubes importantes, entre ellos el Villarreal. En la plaza de Pontevedra se reaccionó rápido y se comenzó a negociar con él un cambio en sus condiciones. Primero, fue para mejorar el que era el contrato más bajo del primer equipo y ahora, para ampliarlo en cuanto a años y elevar la cláusula de rescisión hasta los diez millones en este ejercicio.

De este modo, el Deportivo se asegura su continuidad en A Coruña o percibir una importante contraprestación económica en el caso de una indeseada salida.

«Esta es mi casa, en donde me formé como futbolista y como persona», asegura el canario

«Para mí es un orgullo enorme seguir defendiendo esta camiseta con tanta historia. El Dépor es mi casa, en donde me he formado como futbolista y como persona. Quiero devolverle en el campo toda la confianza que ha depositado el club en mí. A la afición le agradezco mucho su cariño. Voy a aportar mi granito de arena para devolver al Dépor donde se merece. Entre todos lo vamos a conseguir. ¡Forza Dépor!». Con un vídeo en el que el futbolista canario pronunciaba estas palabras, la entidad que preside Álvaro García anunciaba la ampliación de su contrato por una temporada.

Con ella, Yeremay se une a Mella, que hace poco menos de un mes también lo hacía hasta el 30 de junio del 2026, en lo que el Deportivo pretende que sea una demostración clara de que, pese al todavía inexplicado relevo de Fran al frente del fútbol base, va a realizar una apuesta decidida por la cantera en la que va a ser su cuarta temporada fuera del fútbol profesional. Ahora, la pelota está en el tejado Fernando Soriano y de Imanol Idiakez en la confección de la plantilla y la alineación de los jóvenes forjados en Abegondo.