Las cláusulas del Deportivo: reciprocidad en la apuesta entre club y canteranos

Tito Ramallo

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

13 feb 2024 . Actualizado a las 16:55 h.

Lo primero sería apuntar que el protagonismo de la cantera en Primera Federación no es nada que debiera resultar extraordinario. Siempre hubo futbolistas de la base que rindieron muy bien en ese tercer peldaño del fútbol español. Incluso fueron protagonistas de cuatro fases de ascenso. Lo excepcional, realmente, es que el primer equipo esté en esta categoría.

A partir de ahí, hablamos de una coyuntura favorable, dentro de las seis vías para la promoción del talento en la base. Si no está extremadamente arraigada una política global de apuesta por la cantera (primera vía) que no se da en demasiado clubes de España, los futbolistas formados en el club deben aprovechar la mala clasificación, las lesiones, la falta de recursos o bajas formas en la plantilla, los problemas económicos que limitan el número de fichajes o las apuestas personales muy concretas de ciertos entrenadores.

El trabajo de cantera se divide en tres fases: captación, formación y promoción. Durante mucho tiempo, las dos primeras funcionaron indudablemente bien en el Deportivo. Ahí están los resultados, tanto a nivel de equipos como de rendimiento individual. Ahora podría estarse registrando un avance en la tercera fase, aunque será si todo va bien a nivel competitivo y los de Imanol Idiakez ascienden, cuando haya que demostrar hacia dónde va la apuesta. Qué protagonismo tendrán los jugadores de la casa en el fútbol profesional.

De momento hay irrupciones esperanzadoras; especialmente, la de David Mella, ya que Yeremay ya asomaba y Dani Barcia y Rubén López se van haciendo sitio más lentamente (en sus puestos están rindiendo bien jugadores top de la categoría). En cualquier caso, el buen momento del equipo está relacionado con esa irrupción vertical por pasillos laterales, a través de canteranos.

En esta situación, el Dépor ha optado por incluir cláusulas de rescisión elevadas en los contratos de los chicos. Un acierto. ¿Por qué no pueden llegar a valer eso? El talento en general es escaso y si el club hace una apuesta importante por la promoción, con sueldos acordes, las cláusulas deben ser altas de manera preventiva. Las apuestas tienen que ser recíprocas. Si no, hay riesgo de acabar tirando la toalla cuando no compense la inversión.