Volvió a marcar tres tantos en Tajonar, como en su estreno anotador en la categoría con un Osasuna Promesas donde su padre fue portero en la 91-92
25 feb 2024 . Actualizado a las 23:39 h.José Antonio fue Barbero antes que Iván. Y como buen padre, abrió camino al chico en Tajonar. Llegó con 25 años de ventaja para aprender los secretos de esa red que el chaval perforaría un cuarto de siglo después. Nieto e hijo de expertos en el rasurado, heredó el apodo, pero no la profesión. Quiso ser portero y llevó sus guantes de Almería hasta Pamplona para defender, durante la campaña 91-92, la meta de Osasuna B. Alternó titularidad y banquillo, compartiendo vestuario con un punta que acabaría haciendo carrera como entrenador. Por eso a Santi Castillejo le sonaba la cara del ariete que se puso a sus órdenes con 20 recién cumplidos, atendiendo por el mismo mote que un arquero al que conoció. Iba el muchacho a pasar en Tercera su segunda campaña en feudo navarro. En la del estreno, concluida en descenso, Barberillo (así le decían al principio, para distinguirlo del progenitor) había participado en 26 encuentros. Sin anotar.
Tardó el chaval en entenderse con esas porterías que ya formaban parte de la saga familiar, pero en cuanto lo hizo dejó atrás el listón de José Antonio y colocó bien alto el de Iván. De regreso a la categoría de bronce, abrió su cuenta a lo grande: se midió en casa al Arenas Getxo y le endosó tres. Aún aportaría otros veinte durante su carrera en el Promesas, pero nunca más tantos de golpe. El siguiente triplete en campo rojillo lo ha hecho para castigo del anfitrión.
Arrancó con la fiesta por dentro, respeto obligado al antiguo pagador, y se fue desatando según engrosaba la cifra, hasta celebrar sin tapujos el tercero y saludar eufórico al cuerpo técnico y al reguero de suplentes que lo fue recibiendo cuando Imanol Idiakez lo mandó a descansar. Dejaba atrás la cita resuelta y una evidencia de cuánto se perdió el Deportivo con su lesión.
Ha sido titular seis veces este curso; la mitad, desde que volvió. Descontando la del Reina Sofía, donde se rompió un menisco a los veinte minutos, solo en una (primera jornada, frente al Rayo Majadahonda) se quedó sin gol. En los mejores encuentros del equipo (0-3 en Lugo; 0-5 en Logroño; 4-1 al Tarazona; 0-4 en Tajonar) ha formado en el once inicial. A beneficio de extremos que encuentran el área cargada cuando centran y de Lucas Pérez, liberado de marcas por un socio a quien asistir. Ante el filial de Osasuna volvió a suceder.
Ya había bailado Barbero a Michelis, a los 8 minutos, con un estupendo giro al recibir de Yeremay; también había recortado a Moreno, haciendo bueno el servicio de Ximo Navarro, diez después. En el 47, filtró un pase el de Monelos y colocó a Iván frente a la red. Camino trillado del ariete; José Antonio lo había allanado para él.