Siempre que hay un campeón anticipado, y en cualquier categoría, entre fiestas, comidas, cenas y demás en el siguiente partido se hace complicado puntuar. No ha sido este el caso. Con un equipo nuevo, porque solo repitió José Ángel, el resto había jugado muy pocos minutos. Pero desde el principio el Dépor fue competitivo y buscó la victoria. Luego apareció la lluvia, se frenó el balón, los jugadores resbalaban, y el espectáculo decreció en ritmo y llegadas al área. En el inicio del segundo tiempo la Real B ofreció sus mejores minutos y se adelantó, pero la entrada de Barbero unos minutos después vino a solucionar los problemas ofensivos, porque en su primera asociación con Yemeray aprovechó para empatar.
En el partido hemos visto situaciones interesantes: ofreció seguridad Alberto en la portería; en la línea defensiva Paris y Jaime mantuvieron la línea que mostraron en los últimos partidos, y el buen rendimiento de Barcia e Iano da para pensar que tienen que estar ahí. En el medio, José Ángel nos mostró que es imprescindible, porque no tiene recambio natural; no hizo mal partido Salva, a tono con el juego del equipo, y Rubén apoyó a cualquier compañero y tuvo mucha participación. Arriba, Davo y Cayarga nos mostraron en el primer tiempo su mejor versión, mientras Alcaina ofreció mucho trabajo, pero pocas ocasiones. Las entradas de Yeremay y Barbero fueron definitivas, y me ha vuelto a gustar Quintero, con descaro y una pierna izquierda de mucha calidad. Fue testimonial la presencia de Valcarce, aunque dejó un buen pase a Barbero, que casi marca el segundo gol. Fue una semana de festejos, pero el equipo sigue siendo competitivo.