Maletas o mochilas: el dilema del Dépor

TORRE DE MARATHÓN

La plantilla del Deportivo, en un entrenamiento
La plantilla del Deportivo, en un entrenamiento CESAR QUIAN

20 may 2024 . Actualizado a las 10:09 h.

A pesar de que falten tres partidos y una gran y ansiada celebración en María Pita y Cuatro Caminos el próximo sábado, la temporada se ha acabado. Es más, el trabajo para el siguiente curso se ha intensificado en las oficinas de Plaza de Pontevedra, y todo debido a que la categoría de plata requiere de un fair play financiero que conlleva unos límites salariales, y para ello, el 30 de junio es la fecha límite que tiene el club para poder dar las bajas que considere.

Parte de la plantilla tendrá que hacer las maletas, y otra solamente la mochila. Salva Sevilla, Berto Cayarga, Pablo Valcarce y Paris Adot lo tienen claro; Eric Puerto y Raúl Alcaina, tras su poca participación en el equipo, no creo que continúen; y queda la duda de Davo, capaz de salvarle el cuello al míster Idiakez en el Johan Cruyff y en Espiñedo, pero cuya obligatoria opción de compra y alto salario no le garantizan que cuenten con él para seguir vistiéndose de blanquiazul.

Las mochilas para ir a descansar a sus hogares y recargar las pilas son para el once de gala, Jaime y Hugo Rama; estos últimos mostraron un espectacular compromiso con el equipo cuando más se les necesitó, el primero porque fue el comodín de Idiakez cuando alguno de los de atrás fallaba, y el segundo, porque el mes que no estuvo Lucas demostró que con él y sin nuestro neno, el equipo era capaz de ganar igualmente.

Los que solo se pondrán bañador y chanclas para bajar a Matadero, porque ya son de aquí, propiedad del club, coruñeses de nacimiento o en adopción, son los canteranos. La pretemporada será el examen final: quien demuestre que vale se quedará, y el que no tendrá la opción de salir cedido a un club puntero de la tercera categoría, y qué mayor aliciente que intentar regresar habiendo demostrado fuera la ambición para querer jugar en el Dépor.

La anécdota de Zubieta fue la titularidad de Alberto, canterano, tercer portero. Destinado a sentirse parte de la plantilla, pero lejos del verde. Quizá desde la marcha de Ian haya sido más segundo que tercero, y la recompensa a su trabajo fueron los primeros noventa minutos sin Parreño bajo palos.