
Un conjunto herculino paupérrimo en el juego revivió sus problemas de inicio de temporada y se despidió de la Copa en una nueva jugada de estrategia
05 dic 2024 . Actualizado a las 00:11 h.«El balón parado nos está fastidiando mucho». Petxarroman describió al final del partido el sentimiento de decepción que invadió a los deportivistas tras el descalabro en la Copa. Otro gol encajado en una acción de estrategia selló un paupérrimo partido del Deportivo, que hasta ese momento no había ofrecido rastro alguno de la diferencia de categoría que mantiene con el Ourense CF. Las acciones de estrategia del rival, que desangraron al equipo coruñés en el inicio de Liga, cuando llegó a recibir cinco goles a balón parado en las seis primeras jornadas, vuelven a la actualidad, pese a que el problema parecía subsanado tras la llegada de Gilsanz.
Sin movimiento en ataque no hay paraíso
Las ausencias de Yeremay y Mella se volvieron clamorosas hasta el descanso. Sin sus extremos habituales el Dépor pareció un equipo de futbolín, es decir, sin profundidad alguna. Con este panorama, un error rival o un balón parado se convertían en la única expectativa blanquiazul para mover el marcador.
Patiño como referencia para iniciar el ataque
Ni mediapunta ni organizador. Gilsanz otorgó al británico el rol de pivote por delante de la línea defensiva. El exjugador del Arsenal no se complicó nunca con la pelota, pero tampoco ofreció solución alguna al juego blanquiazul. Ni por clarividencia colectiva ni por su talento individual marcó las diferencias que se siguen esperando de su juego.
Davo, un islote desconectado del juego
Con Bouldini lesionado, Gilsanz prescindió de Iván Barbero en la convocatoria, por lo que todo el arsenal de ataque del Dépor recayó en el trío formado por Davo, Herrera y Gauto, que fueron titulares anoche, así como en Mella, Lucas, Mario Soriano y el fabrilista Kevin, que esperaron su turno en el banquillo. Davo, bigoleador la pasada campaña en su tierra, Ourense, cuando visitó al Arenteiro, apenas tocó el balón esta vez, mientras los otros dos pasaron de puntillas por el partido.
Ni con los titulares se arregló nada
Las apariciones en el césped de Villares, Lucas, Mella y, finalmente, Mario Soriano no solucionaron los problemas en ataque del Deportivo. El Ourense CF no dejó espacios a su espalda y el Dépor tampoco supo generar ocasiones de gol a partir de su fútbol. Con el capitán en el campo sí que ganó peligro en las acciones a balón parado, pero el Dépor volvió a echar en falta a alguien que galvanice su juego.
La brecha entre titulares y suplentes, más grande
La Copa no ha servido para que ninguno de los jugadores con menos minutos se reivindique. El experimento fallido de situarlos a todos a la vez de inicio en O Couto puso de manifiesto la diferencia de rendimiento entre los habituales y los suplentes. Jugadores como Rama, Gauto y Davo quedan señalados por un descalabro en toda regla.