Los problemas que provocaron el cambio de Rafa Obrador sentenciaron al Deportivo, inoperante en el costado donde perdió a su lateral
18 feb 2025 . Actualizado a las 20:15 h.Cuando Rafa Obrador se vino abajo, Óscar Gilsanz envió a dos futbolistas a calentar. El balear amagó con rehacerse y aguantó en pie hasta el descanso, ganando tiempo para que el míster pudiera meditar la sustitución. El plan A contaba con un precedente cercano: habría supuesto repetir la fórmula de Tenerife, cambiando de carril a Ximo Navarro para entregar el derecho a Petxarroman. El plan B reducía los movimientos, recurriendo a un reemplazo natural. Tenía, eso sí, el inconveniente del melón por abrir.
Nemanja Tosic llegó justo antes del cierre del mercado de invierno para disimular el roto de la lesión de Sergio Escudero y aún no había llegado a debutar. Al presentarse, hace apenas unos días, proclamó su condición de especialista defensivo y se declaró «preparado para jugar cuando toque». El entrenador le tomó la palabra y decidió que tocaba en el Pepico Amat.
Resultó que ni estaba tan listo ni, de momento, defiende tan bien. Lo demostraron dos adversarios veloces como Víctor García y Fran Gámez, turnándose para dejar al serbio siempre atrás. Cierto que no ayudaron los extremos blanquiazules, más remolones que de costumbre en sus quehaceres tras perder balón, pero la segunda parte en Elda solo sirvió para reivindicar a Obrador. En la primera, el chaval prestado por el Real Madrid dejó una espectacular carrera de punta a punta con quiebro y entrega hacia la frontal para el disparo franco (y desviado) de Yeremay.
La aportación de su relevo se quedó en la planta y el dorsal. Tosic llama la atención por el metro noventa que le coloca en ventaja para el duelo aéreo y por el 11 que luce en la espalda, fruto del momento en que se incorporó. Acababa de irse Davo y un mediapunta y un ariete ocupaban el 2 y el 3, mucho más propios de un férreo marcador. Al último refuerzo le correspondió un número de extremo, pero apenas pisó campo contrario en su primera vez. Y cuando se despegó de la línea, el Eldense respondió con gol.
El centro del penalti del 1-0 se produce a su espalda, con Pablo Martínez desplazado en busca de Collado, pero Tosic tiene poco que ver. En el 2-0, sin embargo, el de Belgrado cruza la divisoria a por un balón llovido y tras ganar la disputa quiere apretar a Víctor García, que lo elimina con una pared. Perdida la ventaja, solo queda la persecución. Varios metros tratando en vano de alcanzar al oponente, sin poder impedirle asistir, ya cerca del área blanquiazul.
Tarde extraña para un estreno precipitado, anclado en el lado bueno del adversario y con el Deportivo fundido en pleno invierno por culpa de un golpe de calor.