
El VAR delató que Pablo Vázquez tocó con el brazo antes de marcar y no vio falta de Blasco después; «no lo vamos a entender nunca», resume Soriano
24 feb 2025 . Actualizado a las 16:52 h.¿Cuánto de despegado puede estar un brazo? ¿Cómo se mide un espacio mayor? A finales de los 90, una marca de higiene íntima le sacó punta al olfato y lanzó su campaña de preguntas sin respuesta, confeccionando una promoción destinada a perdurar. Los espectadores se quedaban ante la tele cavilando acerca del olor de las nubes y de todas esas cosas que no huelen. Resistiéndose a pasar desapercibido, el Comité Técnico de Árbitros también ha encontrado otro filón en los sentidos. Pantalla mediante, como entonces, un único par de ojos decide sobre las imágenes que pasarán a la posteridad del VAR. La mano provoca ahora las dudas que antes generaba la nariz.
Como guion para este nuevo debate, los colegiados reciben a mediados de agosto la circular número 3. Un compendio de dudas (no) resueltas que solo dispara la confusión. Los criterios sobre los que gira el penalti se actualizan cada temporada, sin que hasta el momento nadie fuera del colectivo haya logrado entender del todo cuál es la manera correcta de tocar el balón.
Ahora se sabe, por ejemplo, que no hay ningún contacto válido con la extremidad superior antes de marcar. Por eso, Arcediano Monescillo anuló, a instancias de Moreno Aragón, el 1-0 en Riazor. «El jugador del Deportivo remata y el balón se va al brazo; entonces, es mano clara», resumió en sala de prensa Antonio Hidalgo, demostrando haber asimilado parte del contenido de la intrincada circular.
Domina el entrenador del Huesca el apartado más sencillo del punto 6; la «mano inmediata a gol, incluso si es accidental». Mucho más complicado resulta desentrañar el contenido agrupado bajo este epígrafe: «Mano en posición antinatural». Especialmente, la referencia al «jugador que ocupa con su brazo/mano un espacio mayor».
Cuando en el minuto 69, una hora después del tanto en falso de Pablo Vázquez, Jeremy Blasco detiene con su muñeca el avance de la pelota en área propia, el árbitro elige señalar saque de esquina y no penalti, sin que el videoarbitraje le anime a rectificar.
Tras el polémico golpeo, el defensa oscense esconde en un acto reflejo el cuerpo del delito, echando el brazo atrás. Las protestas se disipan con la inmediata reanudación del juego, sin que se aprecie revisión. «Más allá de que haya o no haya intención, al final siempre hay controversia. Si el VAR dice que una es mano y la otra no, yo no tengo más que decir», zanjó, alérgico a las controversias, Óscar Gilsanz.
En zona mixta, Dani Barcia citó el caso de Eric García en el Barça y Mario Soriano esgrimió el del atlético Javi Galán. Aportó su conclusión el 21: «Lo de las manos nunca lo vamos a entender».