
Los blanquiazules cumplirán mañana 21 partidos bajo el mando del coruñés
22 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Media temporada saluda ya a Óscar Gilsanz, que el domingo (18.30 horas, LaLiga TV Hypermotion) cumplirá su vigesimoprimer partido al frente del banquillo del Deportivo. A aquel que acometió con carácter interino contra el Cartagena el 2 de noviembre le siguieron otros 18 de Segunda División, a los que hay que añadir el cruce de Copa, con un balance global de ocho triunfos, siete empates y cinco derrotas. El técnico recogió a los blanquiazules terceros por la cola, pero los ha llevado a la zona media de la tabla, con la permanencia aún pendiente de confirmación. El rival volverá a ser un Cartagena colista, del que en aquel estreno de otoño solo lo separaban tres puntos, pero ahora está virtualmente descendido.
Tres ejes están moviendo a Gilsanz. Por un lado, estimular el carácter competitivo de sus jugadores. En una categoría igualada y en la que es muy difícil predecir cualquier resultado, este Dépor ha evolucionado hasta convertirse en un equipo más fiable que el que abrió la Liga. El técnico, que había ascendido al Fabril a Segunda Federación, debutó en el fútbol profesional con la etiqueta de interino.
Recogió a una plantilla en posiciones de descenso, que apenas había puntuado en la mitad de las doce jornadas y únicamente sumaba dos triunfos. «Pretendo que mis jugadores vuelvan al rendimiento que te hace ganar partidos, no tengo más objetivo que ese», había dicho en la previa de aquel Cartagena-Deportivo.
El 1-5 del Cartagonova lo ratificó en el cargo y abrió, como segundo eje central de su manera de entrenar, una etapa marcada por la normalidad y la calma en las decisiones tomadas desde el banquillo. «La meta es el día a día», señaló después de ser confirmado hasta final de temporada. «Quiero que seamos capaces de ser un equipo reconocible», añadió el técnico, abrazado así a un discurso cholista que ha calado en el vestuario.
Ese partido a partido, tan viejo como el fútbol, tiene la cuenta pendiente de los compromisos de Riazor, donde el cuadro blanquiazul no acaba de rendir como fuera de casa y en los que el entrenador nada más que ha podido disfrutar de tres victorias. Aún así, los 31 puntos totales que los coruñeses han sumado bajo su mando los situarían a las puertas del play off en una clasificación que solo tuviese en cuenta las 19 últimas jornadas.
Dos tropezones emborronan esta trayectoria: aquella eliminatoria copera, donde con un equipo repleto de suplentes cayó frente al Ourense CF y el 0-4 liguero contra el Mirandés, que encara ahora los dos últimos meses de Liga con el sueño del ascenso a Primera División. «Trabajaremos a destajo para hacer de Riazor un lugar que los rivales vean con dificultad», dijo Gilsanz después de la derrota.
Los 21 partidos del betanceiro también han dado naturalidad en el primer equipo a la apuesta por la cantera impulsada desde el club. No podía ser de otra manera en todo un ganador desde el banquillo de la Copa de Campeones juvenil. La presencia habitual en el once de Mella, Yeremay, Barcia y Villares se está viendo ratificada por las apariciones desde el banquillo de Hugo Rama y Diego Gómez. Además, a lo largo de estos cinco meses, el preparador de Betanzos ha brindado minutos a Kevin, Alfaro y Aarón, al tiempo que ha incluido en las convocatorias a otro puñado de fabrilistas. Como podría ocurrir este domingo, después de la vuelta completa de Gilsanz.