A por la Tercera República

VIGO

ÓSCAR VÁZQUEZ

Crónica | Conmemoración del 14 de abril Quinientas personas pidieron el cambio de régimen en España envueltas en banderas tricolores y apelando a la memoria histórica de una época en que la mujer consiguió sus derechos

14 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

«Galiza mañá será republicá» fue uno de los lemas coreados por medio millar de personas que se dieron cita ayer frente al museo Marco para conmemorar el 14 de abril, Día de la República. Los manifestantes, convocados por la Asamblea Republicana, reivindicaron el advenimiento de la Tercera República en España. Recorrieron la calle del Príncipe y concluyeron su movilización en las escaleras de la Segunda República donde depositaron un ramo de flores rojas, gualdas y moradas. A la manifestación acudieron ciudadanos de a pie entre los que se encontraba la ex concejala del Bloque, Carme Corbalán. Durante el recorrido los miembros del Partido Comunista de Galicia repartieron un manifiesto en el que se pronuncian a favor de una república federal y que «garanta as liberdades nacionais e a cohesión social e interterritorial». Además, afirman «a posibilidade de cambiar radicalmente o réxime político e o orde social por outro antagónico». A los pies de la Escalinata de la Segunda República, el veterano Telmo Comesaña Pampillón recordó el asesinato de su padre por los fascistas en la guerra civil pero aseguró que no guarda «rencor nin odio» simplemente exige justicia. Leopoldo Mencía, presidente de la comisión en defensa de la memoria histórica, recordó que la Segunda República convirtió a las mujeres, que hasta entonces eran consideradas meramente súbditas en ciudadanas. Monoteísmo monárquico El poeta Xosé María Álvarez Cáccamo leyó un texto titulado Razón da República en el que criticó a la mayoría de los partidos políticos que sustentan la Monarquía. «Sorprende, alporiza, alarma a falla de vontade case unánime das organizacións políticas do Estado español, as do espectro nacionalista tanto como as da esfera centralista, as da dereita non máis que as da banda da esquerda, fronte a vixencia legal, pero ilexítima, dun réxime cuxa imposta substancia fundamentadora é o monoteísmo monárquico franquista».