El festival de títeres de Redondela se exporta a tres localidades más

Luis Carlos Llera Llorente
Luis Carlos Llera REDONDELA

VIGO

La organización prevé una asistencia de 20.000 espectadores a lo largo de la semana Moaña, O Porriño y Vilagarcía acogerán también los espectáculos de marionetas

18 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

El festival internacional de títeres de Redondela tendrá este año extensiones en Moaña, O Porriño y Vilagarcía, según manifestó ayer Miguel Borines, codirector del certamen que se abre mañana por la tarde en la Xunqueira con una gran fiesta callejera. En total son 21 espectáculos de 17 compañías procedentes de cuatro continentes. En Moaña las funciones serán del 23 al 25 de mayo; en Vilagarcía la programación se extenderá del 22 al 27 de mayo y en O Porriño, del 28 al 30. El concejal de Cultura, Eduardo Reguera, considera el festival redondelano como el proyecto cultural más importante de la localidad, junto a las fiestas del Corpus. El público previsto ronda las 20.000 personas en los 21 espectáculos que se celebrarán en Redondela. Reguera cree que es el evento con el que la población se siente más identificada. En buena parte porque muchas de las obras están dirigidas a niños. Unos tres mil escolares participarán en las representaciones gratuitas que se prodigarán por calles y plazas. La organización considera muy importante el interés educativo de las funciones. Borines subraya la sociabilidad que genera entre niños de diferentes colegios y localidades acudir a un evento de este tipo. Cada vez hay más centros educativos que se desplazan exprofeso hasta la villa de los viaductos para que sus alumnos puedan disfrutar de una de las actuaciones. Para escolares habrá diez funciones específicas en Redondela y otras tres en Chapela. Profesionalización El festival está yendo tan hacia arriba que Miguel Borines piensa que su gestión debería profesionalizarse. Y lo dice un actor que no tiene mánager y que no es muy amigo del mercantilismo. Borines es licenciado en Filología Románica y tras un año como profesor en un liceo de Poitiers (Francia) se reencontró en Redondela con su amigo Eduardo Rodríguez, conocido como Tatán que acababa del regresar de Barcelona de formarse en el ámbito de las marionetas. «Me dejé llevar por la piel. Me gustaba mucho el teatro», rememora sus inicios. En el año 1992 la compañía de Borines, Tatán y otro socio triunfa en una gira por Latinoamérica. Fue el salto cualitativo. Hoy viven del espectáculo aunque deben complementar sus ingresos de los títeres con actuaciones en series de televisión, anuncios o películas. «aunque hace poco tuve que rechazar la oferta para hacer un papel en la película que Vicentea Aranda estaba rondado en Vigo. Tenía que estrenar otro espectáculo».