Reducir la flota y combatir la pesca ilegal. Estas son las dos prioridades defendidas por el director de la Agencia Europea para el Control de Pesca, el holandés Harm Koster, para lograr un nivel de capturas sostenible. «Hay que reducir el exceso de capacidad de la flota y el numero de barcos que faenan», afirmó el directivo comunitario ayer, en declaraciones a la Agencia Efe, con motivo de preparación del desembarco de los eurofuncionarios que se instalarán en la nueva sede del organismo o a partir del 1 de junio.
Koster considera que el ajuste de la flota se está haciendo de un modo «excesivamente lento e insuficiente» para alcanzar un equilibrio entre los intereses económicos y la capacidad de renovación de los bancos de pesca.
El otro punto de la gestión de la agencia será velar por el cumplimiento de las normas. Así lo adelantó el director de la agencia pesquera comunitaria, quien denunció que muchos barcos no han respetado las normas aplicables. «Es necesario mejorar el cumplimiento de las leyes», dijo, al tiempo que advirtió que esa será uno de las principales objetivos de la Agencia.
Koster anunció que la oficina comunitaria que dirige está preparada para trabajar de forma conjunta con el sector, para hacer la legislación se aplique y se cumpla, pero la situación de parecida todavía dista mucho de los objetivos. «Todavía en las inspecciones que llevan a cabos los países de la Unión Europea se constata que hay barcos que utilizan artes ilegales o que no declaran correctamente sus capturas, hasta el punto de que, a veces, solo anotan en sus libros una tercera parte de lo que pescan», explicó el directivo comunitario.
Harm Koster hizo un llamamiento a la responsabilidad del sector para hacer frente a una conciliación entre los intereses a corto plazo con los del más largo plazo para las futuras generaciones.
Disciplina y sanciones
El director de la Agencia aseguró que el organismo comunitario que tendrá sede en Vigo «no pretende hacer de policía», entre otros motivos porque no dispone de inspectores ni de mandato (ya que esa misión corresponde a los países miembros de la UE), pero advirtió que «acabar con la pesca ilegal requiere disciplina con los pescadores y, en último término, sanciones disuasorias y preventivas».
Koster comparte los argumentos que sustentan las denuncias efectuadas por organizaciones no gubernamentales acusando a Las Palmas de haberse convertido en una plataforma de comercio del pescado ilegal de la zona del oeste de África. «Tienen razón», explicó el directivo, que no dudó en calificar la situación como algo «injusto». «Las Palmas es un gran puerto pesquero, base de muchos barcos que operan en esa zona del Atlántico, en el que se descarga mucho pescado, entre ellas capturas ilegales, porque no siguen canales de distribución diferentes y es difícil distinguir las capturas legales de las que no lo son», afirmo.
Inspección y vigilancia
Según denunció, existen varios países de África occidental, entre los que citó Guinea Bissau, Guinea Conakry y Liberia, en los que hay pesca ilegal difícil de controlar, «en cambio en Marruecos, Mauritania o Senegal hay muy poca porque hay más medios de inspección y vigilancia».
Koster anunció que la UE tiene previsto establecer medidas legales para acabar con ese comercio ilegal y, una vez se adopten, la Agencia que dirige podrá establecer medidas de prioridad en cooperación con España y otros países. «Para acabar con la pesca ilegal deben establecerse desde la perspectiva de la cooperación entre Estados, ya que, en caso contrario, algunos pescadores sin escrúpulos podrían estar tentado de aprovechar los agujeros legales, entre los que mencionó los barcos que navegan bajo pabellón de conveniencia», explicó el directivo.