Antón Pulido, De Dios y Huete apuestan por la panificadora

Soledad Antón soledad.anton@lavoz.es

VIGO

28 abr 2009 . Actualizado a las 02:58 h.

Es lo que lleva defendiendo con todas las armas a su alcance (que son las que son) un grupo de personas empeñadas en que no se destruya esta «joyiña de la arquitectura industrial absolutamente actual», que es como definió ayer Antón Pulido al edificio a propósito de la presentación en sociedad de la carpeta de grabados que comparte con Ánxel Huete y José Luis de Dios.

Los tres artistas han colaborado desinteresadamente con Outro Vigo é Posible, la organización ciudadana que desde hace un año ha izado la bandera en defensa de la panificadora. El historiador José Gómez Alén, presente en el acto, insistió en que algo hay que hacer mientras todavía sea posible, más que nada para no tener que lamentarnos cuando ya sea tarde. Ejemplos de lamentaciones a toro pasado sobran.

Explicó Gómez Alén, sobre todo dirigiéndose a los más jóvenes del auditorio, que detrás de la panificadora hay mucha historia, que fue en su día un centro de producción modélico en la primera mitad del siglo XX, en el que llegaron a fabricarse 50 toneladas diarias de pan. «Cuando otras ciudades de España y del mundo luchan por recuperar su patrimonio, aquí nos deshacemos de él sin contemplaciones», vino a decir, al tiempo que recordó que la panificadora está catalogada en el Docomomo industrial.

Afirman que lo que sobran una vez rehabilitada son posibles contenidos. Entre otros, lo proponen como escenario de la futura biblioteca estatal, de tan controvertida actualidad estos días. Permitiría también aglutinar todas las dependencias administrativas ahora desperdigadas por toda la ciudad.

En esa lucha desigual que han emprendido no están dispuestos a obtener un no por respuesta, así es que las iniciativas se suceden. Algunas son costosas, como la exposición que pretenden montar. Ahí es donde entran los amigos. Es el caso de los tres artistas que firman los grabados presentados ayer. Se han hecho un total de 90 copias numeradas -«ni una más, porque se ha roto el molde»-, que se venderán a un precio muy inferior al que habitualmente se cotizan Pulido, Huete y De Dios, «tres pintores ourensanos con alma viguesa», como los definió uno de los presentes. Pues sí.

Es el vino que los españoles consumimos, lo que nos sitúa en el puesto número 20 del mundo, muy lejos de los de podium que ocupamos en producción. La cifra, aunque conocida, la ofreció ayer el gerente de Rías Baixas, Ramón Huidobro en el transcurso de una más que agradable comida.

El encuentro, además de para confraternizar, sirvió para que la que la Denominación de Origen, con José Ramón Meiriño al frente, nos pusiera al cabo de la calle de los entresijos de la casa (producción, bodegas, viticultores...) a un nutrido grupos de periodistas. La cita fue en Casa Moncho, uno de esos santuarios del buen comer gracias a las dotes culinarias de Gemma Núñez. Las empanadas estaban de vicio, por no hablar del rape al estilo de Cedeira.

Pero a lo que iba. Los datos de la última vendimia son más que sabidos, pero no está mal reiterarlos, aunque no sea más que para subir la moral en tiempos tan grises (marengo). Y es que, además de vendimiarse unos cuantos miles de kilos más que el año anterior (19.889.577 en total), el producto fue óptimo.

Así se entiende que, a pesar de la crisis, las ventas de Rías Baixas sigan creciendo, sobre todo en el exterior, donde cada vez son más reclamados. Estados Unidos es uno de los mercados donde la demanda se ha multiplicado por tres en apenas una década. Seguro que algo ayuda el hecho de que el gurú Robert Parker diga lo que dice del albariño.

Aseguraba Huidobro que la capacidad de iniciativa de los bodegueros de la Denominación de Origen está en la parte alta de la tabla, no sólo española, sino europea, lo que les permite salir a batirse sin complejos con los, «supuestamente», mejores.

Uno de los últimos sancta sanctorum en los que ha entrado es la National Gallery londinense. Fue a propósito de la exposición Picasso y los grandes maestros, que cerrará sus puertas en junio. En concreto se sirvió vino Rías Baixas en tres recepciones organizadas por la institución cultural para sus clientes y patrocinadores.

En casa uno de los últimos reconocimientos que ha recibido el Consejo Regulador ha sido el de Mejor Embajador de Galicia, que concede cada año la revista Actualidad Económica. En la edición anterior el premio fue para Inditex. Pues eso.